La Justicia procesó por malversación culposa de efectos públicos a un jefe policial por la desaparición de 850 kilos de marihuana que estaban en el depósito de la Policía Antinarcóticos de Pilar y bajo custodia judicial. Cuando fue descubierto, el faltante fue atribuido por la misma policía a que “se lo habían comido las ratas”, hipótesis que se desmoronó con el aporte científico de un licenciado en zoología y con otras pruebas. Curiosamente el procesado es quien denunció la desaparición. No quienes, desde dentro de la fuerza, la sustrajeron, quizás para reintroducirla en el mercado ilegal a través de narcotraficantes.
De acuerdo a un artículo publicado por el diario La Nación, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, procesó sin prisión preventiva al comisario Emilio Portero, que en el momento en que se descubrió el faltante de la marihuana era jefe de la Subdelegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Pilar, donde estaban almacenados diferentes cargamentos ligados a causas penales.
Según el juez federal, no existen dudas de que la desaparición de la droga tuvo como objetivo la “reintroducción” de la droga en el mercado ilegal. “La prueba reunida da cuenta de una importante informalidad en lo referente al manejo, registro y custodia de los efectos secuestrados recibidos” en la Subdelegación de Drogas de Pilar durante la gestión de Portero.
El magistrado agrega que “la forma de tomar conocimiento de lo que sucedía en la delegación, sumado a la elevada cantidad de elementos sustraídos, evidencia que no se trató de un eventual error o hecho aislado, sino que revela una total falta de control sobre el stock de bienes custodiados”.
Portero estuvo preso desde mediados de abril. González Charvay, al procesarlo, lo excarceló bajo caución juratoria y le trabó un embargo por 3.000.000 de pesos.
El juez consideró que en el expediente no hay elementos que conecten a Portero con el delito de sustracción o el tráfico de la marihuana desaparecida, pero “la intervención omisiva imprudente del imputado al infringir sus deberes de cuidados en la supervisión y coordinación en el ámbito de la Subdelegación” a su cargo “hicieron que el proceso de producción del resultado quede dentro de su esfera normativa de control”.
Durante su declaración indagatoria, Portero, que asumió como jefe de la dependencia en abril de 2017, argumentó que él trataba de preservar el ingreso al depósito para evitar cualquier tipo de problemas. Pero afirmó desconocer si, eventualmente, alguien había hecho una copia de las llaves tanto de la puerta como del candado. Y agregó que cuando se “anotició” del faltante le ordenó a un oficial que mantuviera una entrevista con el juzgado federal de Campana para “hacer saber del suceso”, pero que le había dicho que solo comentara que los paquetes estaban dañados, no que habían sido comidos por ratas.
Además de Portero, fueron indagados otros cuatro jefes policiales que habían revistado en distintos momentos en la dependencia donde se descubrió el faltante de marihuana. Esos imputados recibieron la falta de mérito, es decir que siguen ligados a la causa.