Local Byte Shop, a metros de la plaza, por ahora cerrado a causa de los robos.
Una vez más la calle Ituzaingó es blanco del delito.
Casa de venta de celulares, la última víctima.
Los asaltos a los comercios han golpeado fuerte durante los últimos días en el casco céntrico de Pilar, con hechos que fueron aumentando en violencia y hasta podrían provocar el cierre de un local ubicado frente a la plaza 12 de Octubre.
El caso más reciente es el de una casa de venta de teléfonos celulares, ubicada en la calle Hipólito Yrigoyen, entre Bolívar e Ituzaingó. Allí, el último sábado alrededor de las 11, ingresó un joven que, luego de maniatar a la propietaria y amenazarla con un arma de fuego, escapó con dinero e insumos.
“Entró y empezó a preguntar precios de teléfonos celulares, luego pidió uno para verlo, yo se lo mostré y quedó en dejarme una seña”, explicó a El Diario Mirta Cisterna, encargada del comercio.
Sin embargo, el supuesto cliente resultó ser un ladrón: “Me preguntó si abría a la tarde y le dije que no, pero me contestó ‘igual me voy a llevar todo’. En ese momento sacó un arma y trepó por la reja que divide el mostrador, saltando del otro lado”.
Precisamente, el comercio tiene una reja que deja un espacio menor a un metro (colocada hace un año por un robo anterior), por lo que ahora será reformada y llegará hasta el cielorraso.
Luego de golpearla para tirarla al suelo, el delincuente maniató a la mujer con el cable de un cargador. “Había poca plata, y me decía que si encontraba más me iba a pegar un tiro”. Finalmente, se llevó dinero, celulares e insumos. “Cuando se fue comencé a gritar, y me escuchó un hombre que pasaba por la puerta”.
Aún asustada, Mirta aseguró que por la vereda de su local “nunca pasa la policía, en toda la mañana no pasa ni siquiera un patrullero. Dicen que tiene poco personal, pero ayer (lunes) estaban dos charlando en la plaza, mientras los comerciantes de la cuadra tenemos miedo y nos ponemos de acuerdo para cerrar”.
A dos locales de distancia, en una agencia de quiniela se vivió algo similar a principios de agosto. “Eran dos y pasaron del otro lado del mostrador. Ya tuvimos tres o cuatro asaltos a mano armada y roturas de vidrios”, comentó uno de los dueños. Asimismo, indicó que “no se ve patrullaje ni hay policías, ya sea caminando o en un móvil”.
En la esquina, una librería asaltada hace alrededor de un mes, cuando dos ladrones jóvenes ingresaron pasadas las 19, redujeron a las empleadas y se llevaron dinero. Ambos salieron caminando tranquilamente por la calle Bolívar, hacia el lado de la plaza.
Hartazgo
En los últimos días, un comercio céntrico de Pilar cerró temporariamente sus puertas, luego de sufrir el cuarto asalto y robo consecutivos en los ocho meses que transcurrieron del año. La decisión fue tomada por los propietarios del local Byte Shop, ubicado a metros de la intersección de San Martín e Hipólito Yrigoyen de la ciudad de Pilar, dedicado a la venta de insumos de informática.
Según voceros de la firma que dialogaron con este medio, el último hecho ocurrió a mediados de la semana pasada: eran cerca de las 17 cuando al local ingresaron tres hombres, aprovechando que la empleada había despachado a un cliente, y no dudaron en amenazarla de muerte con armas de fuego.
De esa forma, primero saquearon la caja con toda la recaudación del día, y no conformes con ello arremetieron contra las estanterías para robar la casi mayoría de los artículos de computación y afines, como cartuchos de tintas para impresoras, cientos de CD, cámaras ópticas, micrófonos, resmas de papel, varios MP3, Pendrives, discos rígidos para computadoras, y otros varios productos fueron colocados en cajas y cargados en un automóvil que esperaba estacionado con el motor en marcha sobre la calle San Martín.
Byte Shop se encuentra en una galería que tiene todos sus comercios en plena actividad, y mucho más a esa hora. Sin embargo, nadie advirtió el hecho durante los cinco minutos que duró. Además, la empleada fue obligada a mirar hacia el suelo y nunca pudo describir la fisonomía de los ladrones, o bien la marca o patente del vehículo.
“Sufrimos cuatro asaltos en ocho meses, o sea un promedio de un robo armado cada dos. Así no hay comercio que aguante y un día hasta podría ocurrir una tragedia con nuestro personal o con algún cliente, así que decidimos cerrar porque aunque estemos sobre la plaza principal de Pilar, es un lugar completamente inseguro” fundamentó uno de los dueños del comercio asaltado.
Las ruedas de autos, muy codiciadas
Como en los viejos tiempos, las ruedas de autos volvieron a ser uno de los “botines” preferidos de los ladrones. En los últimos meses, seguramente muchos de ustedes han escuchado relatos de conocidos y vecinos (por qué, no fueron víctimas directas) de un delito en apariencia menor.
Se trata del robo de las ruedas de los vehículos. En estos casos, los delincuentes suelen llevarse no sólo la rueda de auxilio, sino algunas de las cuatro que están colocadas.
Para esto acuden a la remanida pero no menos efectiva técnica de usar un cricket, colocar un taco, y llave de cruz en mano, en cuestión de segundos usted tendrá una rueda menos. Como decíamos un delito que reaparece en escena o que quizás, nunca se fue.