“Le tiré todo, lo aguantó bien y él tiene la mano más pesada”, aceptó Zárate (der.).
Ezequiel Zárate sufrió otro revés en su carrera pugilística y esta vez la derrota va más allá de lo que figura en las estadísticas.
El pilarense fue derrotado en el 5º asalto por nocaut técnico, por una nueva hemorragia en su nariz, algo que lo persigue desde hace mucho tiempo y que no pudo frenar siquiera una intervención quirúrgica.
El ascendente e invicto Matías Vidondo llegó a su 10º triunfo antes del límite en la velada desarrollada el viernes en Rosario. Y Chiquito fue el que más le duró. Hasta ahora, al oriundo de Neuquén no le habían quedado en pie más allá del tercer round.
Zárate regresó a Pilar ayer mismo y hoy estará viendo a los médicos, para ver qué solución encuentran a sus constantes hemorragias.
“No sé por qué me sangró, porque con la operación tenía que estar solucionado”, declaró el púgil de la Villa Verde.
En cuanto al plano deportivo, Ezequiel describió a su potente rival con sorpresa. “Pega fuertísimo. Ya había peleado con él, pero en amateur, pero ahora cambió totalmente”, describió.
“Fue el rival más duro de todos los que enfrenté y yo combati con todos”, destacó quien estuvo frente a frente con La Mole Moli, por ejemplo.
Igualmente, analizó la contienda como “una linda pelea”. “Fueron 5 rounds palo y palo. Le tiré todo, lo aguantó bien y él tiene la mano más pesada”, señaló.
“Sabía que iba a ser una pelea difícil. Esto es así, hay que seguir para adelante y pensar en la próxima pelea”, agregó.
Volver a empezar
La derrota pone freno a sus ilusiones de empezar a abrir puertas en el exterior. Tenía una oferta Serbia que ya no podrá ser.
“Cambia todo. Para ir al exterior tengo que estar en ganador. Tenemos que esperar un mes para recuperarnos del nocaut técnico, hacer una pelea y ganarla. Después sí, podría ir afuera”, reconoció.
En cuanto a ya un año sin victorias en el profesionalismo (la última fue el 4 de septiembre de 2010), dijo: “Sabía que estábamos tomando compromisos muy complicados. Pero yo soy así. Donde me dicen pelear, peleo. No elijo rivales. Y hay veces que eso perjudica”, reconoció.
“Ahora sí, para adelante, veré con qué rivales nos presentamos. Estoy al límite. La próxima pelea tenemos que pensarla muy bien con quién hacerla”, argumentó.
“Fue una experiencia más, soy joven todavía, estoy tranquilo. Nos tomaremos un descanso y volveremos”, agregó.
-¿La derrota te hace replantear tu carrera?
- Uno vive de esto y las peleas que me ofrecen, estoy obligado a aceptarlas. No puedo darme el lujo de decir ‘con él peleo o con él no’. Mi situación es bastante complicada. Así que cada peleo que tengo la afronto, por mi familia. Trataremos en este tiempo de conseguir peleas más accesibles. Después veremos qué pasa.