1945: Tras el paro general proclamado por la CGT en una reñida votación, los trabajadores se movilizan en forma espontánea hacia la Plaza de Mayo a reclamar la libertad del coronel Juan Domingo Perón, quien había sido desplazado de sus cargos y detenido en la isla Martín García, aunque en esos momentos se encontraba en el Hospital Militar para un chequeo médico. Advirtiendo que la multitud concentrada en Plaza de Mayo se engrosaba a medida que transcurrían las horas y ante la continua exigencia de libertad a Perón, los mandos militares que lo habían desplazado y detenido no encontraron otra opción que llamarlo para que calmara a sus seguidores, lo que luego de mucha reticencia, éste hizo desde los balcones de la Casa de Gobierno, aunque de un modo singular, “como secretario de Trabajo y Previsión”. Conocido en la liturgia peronista como Día de la Lealtad, por sus características y consecuencias la movilización obrera del 17 de octubre de 1945 fue uno de los hechos políticos más significativos de la historia argentina del siglo XX.