Correo de lectores: su esposo falleció y le robaron el teléfono en una clínica
Sr. Director:
A través de este medio quiero hacer una denuncia contra la Clínica Los Almendros, ubicada sobre la calle San Luis, a una cuadra de la estación de trenes de Pilar.
Mi marido ingresó para una internación por una enfermedad terminal el día 26 de julio del corriente año. Tras permanecer 14 días internado, lamentablemente el 9 de agosto falleció.
La clínica tiene como modalidad pedir el registro de todas las pertenencias de quienes ingresan a la internación en forma detallada, sean elementos de higiene personal, ropa, accesorios y demás. Registramos todo lo que ingresaba y entre otros elementos tenía un teléfono celular, un Samsung J5 Prime. Al momento de fallecer, transcurridos dos o tres días, como la clínica no se comunicaba con nosotros para decirnos que vayamos a buscar sus pertenencias, lo hicimos nosotros. Cuando les confirmamos que íbamos a pasar a retirarlas, el celular ya no tenía en el WhatsApp la foto de perfil y si uno mandaba un mensaje aparecía con una sola tilde; era claro que lo habían robado.
Mi denuncia es por esto. Porque sumado al dolor por la pérdida de mi marido, sumado al dolor de mis hijos, se suma la impotencia e indignación que sentimos por saber dónde se robaron el celular. No fue un acto de delincuencia que puede ocurrir en la calle y uno no sabe a quién acusar. En este caso es muy claro que fue parte del personal que trabaja en la clínica.
Fue en el horario fuera del de visita, en la habitación en la que estaba mi marido. Él estaba solo, las otras dos camas estaban desocupadas por lo que no se puede siquiera pensar que fue parte del público, que es mucha la gente que entra y sale de la clínica.
Quiero que esto se haga público, hablamos con el director de la clínica quien nos propuso ver cómo podíamos arreglarlo a lo cual le dijimos claramente que no queremos una compensación económica, que no queremos otro celular a cambio, sino que queremos ese mismo celular por el valor afectivo que tiene.
Que esto sirva para que adviertan y tengan cuidados los futuros pacientes. No puedo acusar puntualmente a nadie porque no tengo las pruebas. El director dice que el celular estaba, que fue puesto en una bolsa pero que una vez que la bolsa desapareció de la vista de la cámara, desapareció el celular.
De qué sirve que tengan personal idóneo, de excelencia o no, si son delincuentes, sinvergüenzas que se abusan de un fallecido, de alguien que no puede defenderse. Es una vergüenza que suceda esto.
Quiero agradecer a El Diario la respuesta a mi reclamo. Mis respetos hacia ustedes.
Mabel Villar.