Una relación de solidaridad que se renueva año tras año

El veterano de Malvinas Carlos Villar viajó 8 veces a Formosa. Lleva donaciones para Tres Lagunas, un pueblo de 2500 habitantes a 200 kilómetros de la capital.

31 de mayo de 2012 - 00:00

El veterano de guerra Carlos Villar concretó su octava incursión solidaria en Formosa. Como en veces anteriores se concentró en las necesidades del distrito de Tres Lagunas, ubicado a 200 kilómetros de la capital de esa provincia mesopotámica.

Sólo cuenta con unos 2.500 habitantes, y ese restringido número inexorablemente se achica con los años porque las únicas salidas laborales son la siembra y cultivo de yerba mate, de algodón y algunos cítricos.

La única alternativa a eso, -y no emigrar-, es ingresar al Estado municipal, y son muy pocos los que la tienen. “Los jóvenes se van para entrar a la Gendarmería, o directamente viajan a Buenos Aires, cualquier cosa es mejor que trabajar 12 horas por día para ganar apenas 40 pesos”, cuenta Villar mientras mira una foto donde le está dando una bandera nacional al subcomisario Néstor Romero, titular de la comisaría de Tres Lagunas que hasta carecía de esa insignia patria.

“Además de la bandera le entregué una computadora porque tampoco tenían, es usada, me la dio el dueño del kiosco de la avenida de Mayo y San Martín, y los polis no lo podían creer”, agregó el ex combatiente de Malvinas. Villar organiza campañas solidarias desde hace más de dos años y para todos sus viajes logró acumular cientos de kilos de prendas de vestir, útiles escolares y calzado que dona a la única escuela primaria, trabajó con éxito en la búsqueda de agua potable cavando un pozo a unos 30 metros porque la que allí se consumía era recolectada con las lluvias, hizo a nuevo toda la instalación eléctrica de la escuela, instaló luminarias públicas, y tampoco le faltó colocar chapas con nombres de plazoletas y de los únicos tres barrios; algo que hizo ahora nuevamente gracias al trabajo solidario del Gallego Manolo, un herrero que se jubiló como empleado del obrador municipal de la delegación de Presidente Derqui.

El capítulo amargo tampoco faltó: en su sexto viaje volcó en Corrientes con la camioneta alquilada y su vida, como la de sus dos acompañantes, corrió serio riesgo. Afortunadamente las heridas fueron leves, pero todos los bultos los donó a la Cruz Roja de un pueblito muy cercano al lugar del accidente ante la imposibilidad de seguir viaje. “En dos meses junté más de 100 kilos de ropita para los pibes, y le llevé al municipio 1.200 metros de cables para baja tensión”, detalló quien peleara contra el ejército inglés en 1982.

Sin embargo su arribo no fue fácil porque las intensas lluvias obligaron a que un tractor municipal fuera a buscarlo para cargar con todo lo que llevó.

“Tres Lagunas está a unos 30 kilómetros de la ruta donde me dejó el micro, y la calle que te lleva es de tierra colorada, y ningún auto o camioneta entra por miedo a quedarse, pero lo único que importa es que pude darles todo” finalizó Carlos Villar, el veterano de guerra que aún mantiene alta otra bandera, la de la solidaridad con los más pobres.

 

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar