Un pueblo que quiere mantener intactas sus raíces en Derqui

Sus familias se radicaron en la localidad en 1995. Aseguran que en la actualidad se sienten integrados a la sociedad. Pero que aún no hubo un gobierno que entendiera sus reclamos.

8 de noviembre de 2012 - 00:00

Violados sus derechos por sobre los de los criollos que se establecieron en la provincia del Chaco para la explotación de los recursos naturales y el asentamiento de fábricas, muchos de los integrantes de las comunidades tobas del norte del país debieron trasladarse durante los años 90 hacia un lugar propicio para continuar con su historia como pueblo. Ahora alejados de sus raíces naturales, pero con la idea de continuar regando su legado.

En las cercanías del límite entre los partidos de Pilar y de José C. Paz, en la localidad de Presidente Derqui, se encuentra radicada desde hace 17 años la comunidad toba Qom, proveniente de la provincia del Chaco. Allí, las 42 familias viven en comunidad, interactuando con otros barrios de la zona, transmitiendo sus valores como pueblo originario, y por sobre todas las cosas, sintiéndose integrados y manteniendo una lucha pacífica para recuperar por completo su territorio.

“Ya llevamos unos 79 años de lucha, pero en realidad hace más de 500 años”. Quien relata con serenidad y una manifiesta sabiduría es el cacique Clemente López, miembro de la comunidad y uno de los vecinos dedicados a la transmisión de la cultura Qom y a la incesante tarea educativa a las generaciones próximas de la comunidad.

 

Tierra

Los años más difíciles de la resistencia toba han quedado atrás, y desde la comunidad local manifestaron que la puja “fue bastante larga, pero por suerte hoy en día recuperamos nuestro territorio pacíficamente, sin herir a nadie”, aseguró el cacique sobre el territorio que les pertenece y que les fue expropiado con el paso de la maquinaria y la explotación industrial.

Sin embargo, admitió que “no hay un gobierno que entienda y escuche el reclamo de nuestro pueblo. Hasta hoy en día no puedo encontrar una persona que pueda entender para qué queremos las tierras”.

Clemente López también explicó que no sufren la discriminación por parte de otros sectores de la sociedad, y que han conseguido finalmente la integración que pretendían al llegar a la localidad.

“Mi abuela decía: ‘para ser toba tenés que ser muy ágil. Pero no para pelear o discutir, sino para ser ágil cuando se te cruza en tu camino algo que está mal, o la discriminación”, afirmó López.

“Así venimos caminando desde hace años y no veo discriminación. Si esto va a seguir así, podemos decir que esta es la verdadera integración”, continuó, poniendo el foco en las acciones que se han llevado desde la educación y los gobiernos para resaltar la figura de los pueblos originarios pero enfatizando la ayuda del padrino de la comunidad, el ex jugador de los Pumas, Agustín Pichot. “Es la única ayuda que recibimos”, comentó el cacique sobre la persona que hizo posible la finalización de algunas construcciones en el barrio.

“Está haciendo mucho por nosotros y gracias a él hoy mi hija está cursando en la Universidad Nacional de Luján”, agregó.

 

A pedir de la naturaleza

Entre los principales motivos por los que el pueblo toba quiere recuperar su territorio por completo, se encuentra el del cuidado de la naturaleza, en un espacio de notable importancia para el país. “Queremos recuperar nuestro territorio y decir basta con el corte de la madera, con la contaminación de los ríos. Porque si nosotros no cuidamos la Madre Naturaleza, la vamos a pagar muy caro”, explicó el cacique Clemente.

El hombre expresó que muchos de los males y problemas que se registran desde la naturaleza en el país, y que no tienen explicación a ciencia exacta, provienen del mal que el ser humano y la industria vienen realizando. Dentro de la cultura Qom, el cuidado por la naturaleza es un valor que se mantiene intacto a través de los años: “es como el idioma, la costumbre, el arte, la artesanía. Es algo que se ve todos los días y se aprende solo”, comentó el hombre que constantemente recorre los colegios informando acerca de sus raíces y los demás pueblos autóctonos.

Una lengua amenazada 

Aunque la comunidad toba de Presidente Derqui ha intentado desde su llegada a la localidad, transmitir a sus predecesores los principales valores que caracterizan al pueblo indígena, es la perpetración del lenguaje el principal problema que encuentran a la hora de educar a sus hijos. “En casa hablamos todos nuestro idioma, los nenes nos entienden, pero no lo pueden pronunciar”, expresó a El Diario, Orlando Escalada, vecino del barrio toba.

Si bien el término “contaminación cultural” posee una fuerte connotación negativa para explicar el fenómeno, bien puede hacerlo. Uno de sus hijos asiste a un colegio de la zona, donde además de tener amigos ajenos a los Qom, también le enseñan el idioma inglés, de importancia en la currícula, pero que el hombre toma como disfuncional a la hora de continuar el legado toba.  “Cada tanto vamos al Chaco para que estén con familiares que solo hablan nuestro idioma, pero cuando volvemos, ya se les hace difícil”, explicó el vecino.

 

42

familias integran la comunidad toba Qom de Presidente Derqui.

 

 


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