Cartas de Lectores

28 de febrero de 2010 - 00:00

¿Conocías a Sandra Almirón?

Sr. Director:
Te hago esta pregunta, porque quizás no tuviste la dicha de conocer a Sandra. Quizás sólo la conocés por foto, sólo por la tragedia que todos conocemos y que ahora nos une, casi hermanándonos en un mismo deseo, en un clamor de justicia y en la necesidad de paz para los corazones heridos de todos lo que amamos a ese ser lleno de luz. Que aunque no esté entre nosotros, físicamente, sabemos que nos acompaña y nos guía desde lo alto.

Pero los que sí conocimos a Sandra tenemos en nuestros corazones recuerdos de momentos y miradas que van más allá de cualquier cosa.

Los que compartimos con ella mañanas de trabajo sabemos que llegaba siempre con su espléndida sonrisa y sus ojos azules como el mismísimo cielo y que siempre saludaba afectuosamente.

Que siempre tenía una palabra de aliento o el consuelo justo que uno necesitaba escuchar para recuperar fuerzas y seguir.

Los que conocimos a Sandra sabemos que amaba a sus alumnos y que conocía al pie de la letra lo que le pasaba a cada uno y que les brindaba una caricia, un beso y muchos abrazos acompañados de canciones de María Elena Walsh.

Aún recuerdo la gran ronda que hicimos en el S.U.M. de la escuela bailando y cantando “El reino del revés” ¡Cómo nos reímos y divertimos ese día! Los chicos gozaron y disfrutaron el hecho de estar en la escuela

Vos Sandrita tenías la capacidad de convertir una aburrida mañana de clases en una verdadera fiesta.

Si no tuviste la dicha de conocer a esta extraordinaria mujer, permitime que te cuente que amaba a sus seres queridos con todo su corazón y que cada vez que hablaba de ellos se le llenaban los ojos de luz y que se sentía orgullosa de ser parte de una gran familia.

Podría decirte tantas cosas de Sandra Almirón... pero creo que puedo decirte algo que resume mucho de esta mujer a la que extraño cada día...

Sandra era un ángel vestido de maestra y dejó en esta tierra recuerdos increíblemente bellos.

Ahora sos un ángel que nos acompaña desde lo alto pero que siempre estarás en nuestros corazones, en nuestra escuela y en nuestras vidas.

Si usted no conocía a Sandro sepa que se perdió de conocer a los ojos celestes más puros que alguna vez vi y un corazón increíblemente sincero.

Gracias Sandra por dejarme conocerte y seguí brillando que necesitamos de la guía de tu luz.

Te extrañamos y te queremos muchos, por siempre vas a estar en nuestros corazones.


Lorena y tus compañeras de la Escuela Nº 43 del barrio Carlos Pellegrini.

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