En Manzone también están hartos de las inundaciones y la falta de obras

Un grupo de vecinos asegura que cada vez que llueve la calle Virrey Ceballos se transforma en un río. Dicen que cuando pasa la máquina municipal rebaja la calzada y agrava el problema.

26 de febrero de 2010 - 00:00

Estado de la calle Virrey Ceballos. La foto fue tomada por los vecinos.

 

El agua bajó pero las quejas se siguen multiplicando. Porque la inundación le cedió paso a un prominente barrial y desnudó además innumerables problemas en diferentes barrios y localidades que llevan años sin hallar soluciones.

Tras ruidosas protestas y piquetes registrados, por ejemplo, en Del Viso y Villa Rosa, ahora también vecinos de Manzone se sumaron a la sensación de indignación que invade a miles de habitantes del distrito frente a la falta de obras y de trabajos elementales que eviten los frecuentes anegamientos y la situación de aislamiento a la que se ven sometidos cada vez que llueve.

“En este barrio la mano del Municipio está ausente. No se cortan los pastizales de los baldíos, las zanjas están repletas de basura de todo tipo, y cada vez que llueve la calle Virrey Ceballos se transforma en un río que nos deja totalmente aislados para poder salir a trabajar o ante cualquier emergencia”, le manifestó a El Diario Claudia Cohelo, una de las vecinas damnificadas.

Además, otro de los habitantes de la zona que sufren cotidianamente esa problemática agregó que el accionar del personal de la delegación municipal se restringe a pasar la máquina vial “muy esporádicamente”, trabajo que –según señala- “no hace más que agravar la situación”.

“La última vez que pasó la máquina por Virrey Ceballos fue para junio del año pasado, para la época de las elecciones. Pero eso, lejos de ser una solución, empeora las cosas porque van rebajando el nivel de la calzada y van creando como si fuera una pileta de natación donde se acumula el agua cada vez que llueve una hora seguida”, explicó Mauro Valli.

Por lo tanto, los vecinos reclaman que el Municipio lleve a cabo tareas frecuentes de limpieza de zanjas y de elevación de la traza de la calle, con el fin de que el agua no se acumule sobre la calzada y tenga un mejor escurrimiento.

Como si fuera una paradoja del destino, Cohelo resalta que, en la escritura de su propiedad, el barrio de Manzone en el que vive recibe el nombre de “Parque El Ensueño”, una denominación que –dice- dista mucho del paisaje que puede observarse en ese lugar cada vez que llueve.

Por último, los vecinos sostuvieron que el importe de las tasas municipales que aseguran abonar regularmente no se ve retribuido, bajo ningún aspecto, a través de las tareas de mantenimiento que debería ejecutar el Municipio para preservar la calidad de vida de quienes eligieron esa zona para radicarse en busca de mayor tranquilidad.

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