Falta menos de un mes para que oficialmente empiecen las clases, aunque desde hace unos días, algunos docentes jerárquicos ya están organizando el año y, desde mañana arrancan las mesas de exámenes. Sin embrago, desde hace más de un mes los gremios docentes provinciales vienen solicitando la reunión que el gobierno pospuso, por propia decisión, en diciembre del año pasado para solucionar, entre otros temas, el problema salarial.
Es importante que todos sepan cómo se desarrollan las tratativas, porque en el momento duro de la discusión, los docentes siempre son los culpables y los chicos rehenes de esta negociación. Hace más de quince días los representantes gremiales del frente docente provincial pidieron la concreción de dicha reunión a la que el ministro de educación, profesor Mario Oporto, respondió rápidamente, aunque el ministro de gobierno no dio su autorización argumentando la supuesta necesidad de esperar el resultado de la paritaria nacional que fija el mínimo que un docente debe ganar en cualquier rincón del país, y esta paritaria, que arrancó hace una semana, se encuentra suspendida por falta de acuerdo. Es también importante recordar que ese mínimo que debería ganar cada docente de este país se completa en un gran porcentaje en negro, es decir con adicionales como premios y demás que no influyen en las contabilizaciones por antigüedad, aunque sí en los descuentos como jubilación y obra social.
Las dilaciones del acuerdo que además de discutir el porcentaje de incremento del salario docente, que es bueno acotar que el año pasado no superó el 9% que ni siquiera supera el mentiroso aunque oficial incremento del costo de vida fijado por el INDEC, indica entonces que cada docente pudo comprar menos con su sueldo que en el 2008, o mucho menos si nos referimos al verdadero incremento del costo de vida. No obstante otros gremios más “amigos” de este gobierno han llegado a acuerdos que superan el doble y hasta el triple de la paritaria docente, es el caso de Uom 18,0%, Uocra 19,5%, Uta 20,9%, Camioneros 19,5%, Empleados de Comercio 23,0%, Bancarios 19,0%, Encargados de Edificios 22,7%, empleados estatales nacionales 15,0%, jubilados 19,89%, entonces uno se pone a pensar si realmente es como dice cada gobierno de turno, “primero la educación”.
Pero no sólo de plata se habla en esta reunión, el no descuento de los días de paro del año pasado (medio de reclamo legal y avalado en los derechos laborales), y el no traspaso de la caja de jubilación docente al ámbito provincial, tema del que ya he hablado el año pasado y de lo que vale la pena recordar que es una caja que mantiene un superávit importante desde siempre, por lo que no se entiende su traslado a no ser que sea para manejar a discreción dichos ingresos. Parece que no se habla de plata pero todo recae en ella. La tranquilidad de un jubilado docente, que como cualquier otro trabajador de este país, o algunos de ellos, aportó, o mejor dicho, se le descontó de su sueldo durante más de 30 años de trabajo, es algo que hoy nos incumbe a todos, a los que estamos en actividad, como a quienes pueden descansar luego de haber entregado todo. Este reclamo además es el aval de un futuro cierto para quienes todavía no llegamos a ese tramo de nuestras vidas.
Pero lamentablemente vemos cómo los tiempos vuelven a acortarse, las respuestas vuelven a desaparecer y los reclamos quieren hacerlos parecer injustos y excesivos, ante la mirada del resto del mundo que sólo ve cómo un maestro falta a su clase involucrado en un reclamo eterno de mínima igualdad de condiciones en el “reacomodamiento” salarial como así lo ha dado en llamar nuestro ministro de Economía de la Nación el no tan amado Boudou.
Ojalá esta situación tenga pronta definición, en lo posible antes que empiecen las clases. A ninguno de nosotros nos gusta tener que discutir por nuestro sueldo, por nuestros derechos o nuestro futuro, aprendimos a enseñar y esa es nuestra vocación, es lo único que debiera importarnos y es una de las cosas que amamos hacer, pero la realidad advierte que también somos padres y madres, muchos sostén de familia y tenemos una casa que mantener e hijos que alimentar, sí hijos, como aquellos que llegan a nuestras aulas y que siempre estamos dispuestos a recibirlos, ojalá podamos estar allí sabiendo que los nuestros también pueden hacerlo.