Conforme a un análisis correspondiente al Centro de Investigación en Tecnologías y Servicios de Salud (CINTESIS), el cual se encuentra en la ciudad de Oporto (Portugal) consumir cerveza favorece la flora intestinal, no engorda y tampoco interviene en los valores de glucosa y triglicéridos del organismo. Las profesionales Ana Faria y Conceição Calhau estuvieron al frente de este estudio.
El estudio consistió en el seguimiento de hombres sanos, de entre 23 y 58 años, durante un periodo de un mes. En este lapso, de manera diaria los voluntarios consumieron 330 mililitros de cerveza, con o sin alcohol.
Uno de los resultados alcanzados, se probó que el consumo de cerveza aumenta la diversidad de la microbiota intestinal, no aumenta el peso ni la masa de grasa. Se concluyó que esta bebida no interfiere significativamente con los biomarcadores cardiometabólicos como la glucosa, el colesterol y los triglicéridos.
“Curiosamente, la fosfatasa alcalina, un biomarcador importante del daño hepático, renal y óseo, disminuyó durante el transcurso del ensayo”, comunicó CINTESIS, quienes agregaron que estos beneficios no están ligados al contenido alcohólico de la cerveza. Por lo que no hay diferencia en las bondades de la cerveza con o sin alcohol.
Las teorías apuntan a que el elemento dentro de la bebida que aporta los beneficios listados es el polifenol, un compuesto presente también en el vino tinto.