Los museos dejaron de ser lugares fríos y aburridos. Ya no son simples reductos reservados para sectores exclusivos de la sociedad. Por el contrario, han sabido adaptarse para atraer a cada vez más personas.
Los museos dejaron de ser lugares fríos y aburridos. Ya no son simples reductos reservados para sectores exclusivos de la sociedad. Por el contrario, han sabido adaptarse para atraer a cada vez más personas.
Hoy, las exposiciones buscan ser dinámicas, interactivas para, de esta forma, acercar el arte de manera diferente y divertida. Cada vez es más común que estas exhibiciones lleguen a cada rincón del mundo para que a través de música, letreros neón, colores llamativos y mucha tecnología todos sus visitantes puedan disfrutar de un tiempo lúdico y recreativo.
La imaginación y creación del ser humano da para todo, incluso para inventar lugares que homenajean a ciertos alimentos. Desde uno para probar helados, hasta uno de comida considerada asquerosa. Estas salas de exhibiciones toman otras formas para acercar el arte a más personas
MUSEO DEL HELADO, MOIC en Nueva York, Austin y Singapur
Tiene 3 sucursales alrededor del mundo, en las que niños y adultos se sumergen en un recorrido por las instalaciones interactivas en las que lamen helados de distintas formas y sabores, aprendiendo curiosidades sobre su historia y fabricación. Una de las atracciones favoritas, aparte de las fotos en sus miles de espacios color pastel, es la bañera de fideos comestibles multicolor. Es conocido por ser uno de los museos más "Instagrameables" del mundo. En 2022, abriría un cuarto museo en Chicago.
MUSEO DE LAS PAPAS FRITAS en Brujas (Bélgica)
Es uno de los más bellos y antiguos edificios de la ciudad belga y data de 1399. La sorpresa es lo que alberga en su interior. Se trata del museo de la papa frita, uno de los orgullos nacionales que merecía ser protagonista de su propio espacio expositivo. En él se puede aprender a elaborar las papas más crujientes y como trofeo se obtiene un cucurucho de papas fritas.
3. MUSEO DEL CHOCOLATE en San Carlos de Bariloche (Argentina)
El chocolate de Bariloche es el símbolo absoluto de la gastronomía local, un producto artesanal que ha sido distinguido como uno de los más finos del mundo.
Desde el año 2007, San Carlos de Bariloche sumó entre sus atractivos turísticos al Museo del Chocolate, allí se muestra el proceso de fabricación artesanal. Además, se profundiza en la historia del cacao y del chocolate, incluyendo su salto a Europa y su llegada a Bariloche de la mano de un matrimonio de inmigrantes italianos.
4. MUSEO DEL RAMEN en Shin-Yokohama (Japón)
La auténtica pasión de los japoneses por el “ramen”, la famosa sopa de fideos de origen chino, tiene su exponente máximo en el Museo del Ramen de la ciudad de Yokohama. Inaugurado en 1994, el centro es en realidad un auténtico parque temático, en el que, además de exponer utensilios de decoración y fabricación de los famosos fideos, recrea el Tokio de l958, año en que empezaron a comercializarse los ramen instantáneos. El museo cuenta en su interior con diversas franquicias de restaurantes japoneses especializados en unos fideos cuyos ingredientes se reducen a harina, agua, sal y kansui (carbonato de potasio).
5. MUSEO DE LA COMIDA ASQUEROSA en Malmö (Suecia)
Este museo invita a los visitantes a dejar atrás sus prejuicios, ayudándonos a pensar sobre los gustos adquiridos, las costumbres culinarias del mundo entero y los alimentos sostenibles del futuro (los insectos, por ejemplo) a través de ochenta alimentos. ¿Estamos preparados para oler el queso más repugnante del mundo? Muchas más preguntas como esta llevan a cuestionarnos nuestros pre conceptos por las recetas de todos los lugares.
6. MUSEO DE LA COMIDA QUEMADA en Massachusetts, Estados Unidos
La última propuesta es, sin ninguna duda, la más extravagante. Por sorprendente que pueda parecer, el Museo, impulsado por una artista de cierto renombre, exhibe manjares y utensilios de los más variados: desde papas fritas carbonizadas a sartenes quemadas, pasando por salchichas irreconocibles o naranjas ennegrecidas.
El museo está ubicado en Massachusetts, Estados Unidos.