Ya hemos contado varias de las características de los cactus, por lo que ahora en esta columna vamos a las adaptaciones que tienen estas plantas tan fascinantes.
Ya hemos contado varias de las características de los cactus, por lo que ahora en esta columna vamos a las adaptaciones que tienen estas plantas tan fascinantes.
Si alguna vez te has preguntado, ¿qué adaptaciones tienen los cactus? Te contamos que a través del tiempo, han evolucionado para hacerse inmunes a los daños que les producen los rayos del sol, entre otras cosas.
Los cactus suelen ser una especie fascinante porque en muchas ocasiones, es todo un enigma saber cómo sobreviven en condiciones de calor extremo, y también, cómo han aparecido sus espinas.
¿Dónde viven los cactus y qué adaptaciones tienen?
La primera respuesta parece obvia. Aunque desde siempre han vivido en los desiertos y tierras áridas, su capacidad de adaptarse a cualquier medio ha hecho que hoy en día, puedan vivir en climas fríos y hagan parte del decorado de hogares. Entre las adaptaciones más importantes se encuentran la colonización de espacios áridos sin muchos nutrientes para su subsistencia y las formaciones cilíndricas, redondas o verticales que tienen para poder almacenar líquidos por más tiempo.
¿Qué adaptaciones tienen los cactus en su cuerpo?
La primera de ellas es la suculencia, la cual es básicamente es la capacidad de los tejidos de retener y acumular el agua. Esto es así debido a que las lluvias son muy escasas en los lugares donde se hallan estas plantas. Es por eso que se ven obligados a mantener el agua almacenada en sus tallos. Es bastante la cantidad de líquido que pueden mantener, el cual sin duda les servirá en temporada de sequía.
De hecho la manera en que están conformados los tallos responde a esta necesidad de acumulación de agua. Es que los pliegues buscan una mayor superficie con la menor exposición al sol posible, con lo que se evita la pérdida de agua. Hay que tener en cuenta que cuando estos tallos absorben mucho líquido cambian un poco su forma. Cuánta más agua tengan, más redondeadas son.
Otras de las maneras de adaptación es la espinescencia foliar, la cual es la transformación de hojas en espinas. Con esto se reduce al mínimo la evaporación a la vez que se protege del ataque de los animales quienes muchas veces se ven en la necesidad de alimentarse de las partes más vulnerables como por ejemplo el fruto y las semillas.
Y por último, es la de la pubescencia (aparición de pelo) que les ha servido para formar una película de protección contra el sol y evitar las quemaduras o la evaporación.