"Tuco”, el pony que ganó reconocimiento luego de que
se viralizara su imagen en una vidriera de una mueblería de Palermo, pertenece
a la familia Falabella y fue criado en una estancia de Pilar. Luego de que
asociaciones proteccionistas denunciaran al dueño del local, Sasha Fradusco, el
animal regresó a su "ciudad natal”.
La polémica en torno al equino, que mide poco más de
75 centímetros, se generó después de que asociaciones proteccionistas de
animales denunciaran a Fradusco, quien adujo que "la idea era que los chicos
pudieran estar en contacto con Tuco”, para poder celebrar el Día del Niño. "Se
habían preparado dos escenarios, uno a la sombra y otro al sol, pero Tuco, que
es muy social, eligió pararse en la vidriera”, se escudó el comerciante.
La idea de los dueños del local quedó trunca luego
de que un vecino tomara una foto que finalmente terminó viralizándose,
despertando la ira de la gente en redes sociales, acusando a los responsables
de "maltrato animal”.
La denuncia terminó formalizándose en la Unidad
Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), cuyo titular, Matías
Michenzi, secuestró a Tuco e imputó al dueño del comercio y al propietario del
pony, Evaristo Falabella, por maltrato animal.
Por su parte, Tuco fue trasladado a un campo de
Pilar para verificar sus condiciones de salud y garantizarle un resguardo
acorde a sus necesidades, mientras que Michenzi dispuso la intervención de los
organismos de control para que verifiquen las condiciones de funcionamiento del
comercio, así como la documentación del animal, su origen y controles
veterinarios.
Aunque el comerciante acusado reiteró su intención
de "acercarle a Tuco a los chicos” dijo estar "muy dolido por la crueldad que
existe en la sociedad”. Por otro lado, Victoria González Silvano, titular de Derecho
Animal en la carrera de Abogacía de la UBA, aseguró en declaraciones
televisivas que "los animales no son objetos” ni hay por qué "cosificarlos”.