Guillermo Mauricio Sciacca se relacionó desde sus primeros años de vida con el idioma italiano. De adolescente, descubrió una aptitud innata por la docencia. Este año creó Dixit, un centro de idiomas, junto a su socia.
“El amor por el italiano sigue intacto, cada día más grande. Estoy absolutamente comprometido con la difusión de Italia y su cultura”, enfatizó. La atracción por el país europeo y su cultura fue inculcada por sus abuelos Carmelina y Santo, sicilianos, quienes siempre le hablaban de su tierra. Su vínculo más fuerte nace de la música: su abuela le transmitió el amor por su país a través de canciones. Eso llevó a que Sciacca estudie canto y descubra otra de sus pasiones: la ópera.
A los 10 años, comenzó a estudiar canto lírico y se aproximó más al idioma al tener que memorizar grandes libretos. Simultáneamente, al notar su facilidad con el italiano fue haciendo algunos cursos para perfeccionar el idioma. Luego, llegarían las certificaciones internacionales.
Su primera aproximación con la docencia fue de adolescente, ofreciendo clases de italiano con el fin de costear sus estudios de canto. Sciacca reconoció que la docencia es algo innato, influenciado por su madre y su tía que también dedican su vida a enseñar. Lo que empezó con un fin económico, se transformó en su vida.
En un determinado momento, sintió que el canto no era una posibilidad para él, y el idioma tomó cada vez más presencia. Entonces, optó por profesionalizarse realizando las carreras de traductor público y literario en la Universidad del Museo Social de Buenos Aires. Más adelante, llegaron las especializaciones en la propia Italia en universidades de Siena y Perugia.
Laboralmente, dio clases en la Universidad del Salvador y fue coordinador del Departamento de Italiano del Northern International School durante 10 años. Además, trabajó en importantes empresas dictando cursos. Su curriculum, se completa con trabajos de interpretación y la traducción de dos novelas.