Por Alejandro Lafourcade
Por Alejandro Lafourcade
Acorde a los cambios que vienen dándose en el fútbol argentino, la Liga Escobarense también tiene mujeres en su plantel de árbitros. Entre ellas, la más joven es Julieta Picullo, quien a los 20 años suma experiencia en Sub20 con la aspiración de llegar en breve a Primera.
Julieta sabe de qué se trata: es hija de Marcelo Picullo, árbitro de larga trayectoria en la Escobarense, quien no tuvo reparos cuando supo que su hija pensaba seguir sus pasos. “Se puso muy contento y me apoya en todo, diciéndome en qué tengo que mejorar. Es como tener un profesor aparte”.
Amante del deporte, empezó a los 6 años a jugar el hockey en San Patricio, “pero llegó un momento en que tuve la posibilidad de hacer el curso de árbitro y la verdad es que me gustó un montón, yo ya tenía la experiencia en mi familia”.
Es que, como recuerda Julieta, “desde que tengo uso de razón estoy en una cancha de fútbol, aunque siempre mirando. No tengo muchos recuerdos de acompañar a mi papá porque era chica, pero me acuerdo bastante de las puteadas (risas)”. En este sentido, sabe bien que “por más que hagas las cosas bien, alguno de los dos equipos no se va a quedar conforme con el arbitraje”.
Rodaje
Picullo (quien además estudia el profesorado de Educación Física) empezó el curso en la Liga Escobarense en 2019, pero en 2020 llegó la pandemia y debió continuar en forma virtual. No obstante, pudo debutar en diciembre de 2020, como asistente en cancha de Malvinas, en un partido entre el local y Sportivo Unión de San Miguel, por el torneo de verano.
Finalmente, “el 1º de abril de 2021 debuté como árbitro principal en Sub 20, en Roma-Unión de Del Viso”. Así fue tomando rodaje como árbitra o asistente, incluso yendo como parte de una terna a dirigir a San Nicolás. En Primera, por ahora con la bandera en la línea.
“Ojalá en 2022 me llegue la oportunidad de ser jueza principal para partidos de Primera, eso lo deciden los superiores, mirando los partidos y al ver las condiciones de cada uno”, comenta con ilusión.
Julieta señala que en la actualidad son cuatro las mujeres que dirigen en la Escobarense, “pero hay más que están haciendo el curso y ojalá se puedan sumar al plantel”.
Carácter
Pero, más allá de las condiciones técnicas, se sabe que –a diferencia de otros deportes- en el fútbol la figura del árbitro no siempre es respetada. Sin embargo, esto no amedrentó a la joven escobarense: “Al principio era llamativo que una chica esté dentro de la cancha, yo me daba cuenta pero no le daba importancia, seguía haciendo mi trabajo. Pero si me dicen algo no me quedo callada, tengo carácter fuerte aunque respondo siempre con respeto”.
Y agrega: “Sin personalidad no se puede dirigir. Pero la verdad no tengo nada que decir, de parte de los jugadores y cuerpos técnicos siempre está la mejor onda”.