A 37 días de ascender a la Primera C, el sueño de Real Pilar parece no tener fin. Ayer, en el frío mediodía de Cutral-Có, dio un batacazo más en la Copa Argentina y eliminó a Belgrano de Córdoba (Primera Nacional) por 1 a 0 para meterse en los octavos de final.
Wilson Chimeli fue uno de los puntos altos del conjunto dirigido por Tomás Arrotea y le dio el triunfo, de cabeza, a los 34 minutos del primer tiempo. Después, con orden y sacando provecho de la desesperación del Pirata de Alfredo Berti, logró asegurar la victoria.
A diferencia de lo que ocurrió contra Vélez Sarsfield, lo realizado en la ciudad neuquina no sorprendió tanto. Porque más allá de que Belgrano manejó el partido y lo asedió en los primeros 20’, una vez que Real se acomodó, no sufrió.
Con un gran trabajo de los centrales David Sueldo y Franco Maraia, sobre todo para controlar al goleador, Pablo Vegetti, el Monarca supo mantener el triunfo.
El mediocampo pilarense también fue una de las principales claves del éxito. Nahuel Ríos y Nicolás Fittaioli tuvieron una sobresaliente actuación anulando al eje ofensivo del Celeste, Maximiliano Lugo. Y Diego Crego, con su habitual despliegue, generó el centro por izquierda para que Chimeli de cabeza y clave el 1-0 a los 34’.
La labor del debutante Chambi fue muy buena hasta que tuvo que dejar la cancha por lesión. El media punta siempre se mostró como alternativa en ataque y moviéndose por toda la ofensiva.
El equipo pilarense tuvo su merecida recompensa por el planteo que realizó durante los 90 minutos. Aunque en el complemento, Belgrano intentó por todos lados pero sin resultados. Encima, Vegetti vio la roja a los 37’ por un codazo sobre Maraia.
El Monarca aguantó con uñas y dientes la ventaja, y más cuando vio que el árbitro Jorge Baliño adicionó 9’. Más allá de quedar huérfano en ataque (Ángel Rojas expulsado) no se desordenó. Y la fortuna le jugó a favor a los 48’, cuando el caño izquierdo salvó el empate ante el cabezazo de Gonzalo Lencina.
Este equipo, que en 7 días debutará en la Primera C, parece no conocer su techo y todo Pilar se ilusiona con más. El sueño de Real parece no tener fin.
