Llegó siendo adolescente desde la ciudad de Arrecifes, y de inmediato se enamoró a primera vista del Club Sportivo, romance que permaneció intacto hasta el último día: Lucio Senópoli, histórico directivo y expresidente del Rojo de la Avenida, falleció este fin de semana a los 83 años, dejando un legado de compromiso con las entidades locales y la comunidad.
“El ejemplo que me da mi viejo es el de seguir trabajando por el club, por Pilar y su gente. Eso es lo que siempre me inculcó, él tenía unos valores tremendos y siempre me enseñó a trabajar como se debe”, expresó a El Diario Sergio Senópoli, hijo de Lucio y actual presidente de Sportivo.
Es más: Lucio Senópoli condujo los destinos del Rojo a principios de la década de 1990, con Omar Asturiano como vicepresidente (luego lo sucedió en el cargo). Ahora, tras el paso de la comisión normalizadora, la historia se repite con la siguiente generación, teniendo a Sergio como presidente y a Pablo Piru Asturiano como vice.
“Él quería que yo sea presidente del club aseguró su hijo-, y así me pudo ver el pasado 20 de junio (en el evento por el 86º aniversario de la entidad). Ese día le dijo a mucha gente que era la última vez que lo iban a ver, en las últimas semanas salió una sola vez… Se le cumplió el que creo que era su último sueño, verme presidente. Luego se quedó en casa y esperó tranquilo su final”.
El fallecimiento se produjo el domingo a la madrugada, cerca de las 2.30, en su casa. Sus restos fueron inhumados en el cementerio Memorial.
Lucio Senópoli tuvo dos hijos (Sergio y Lía, más su yerno Gabriel Gruppi y su nuera Mercedes Amado Cattaneo) y cinco nietos: Mía, Facundo, Alan, Francisco y Catalina. “Formó una familia con muchos sentimientos y códigos hacia el club y hacia Pilar”, expresó Sergio, Olivia para todos en Sportivo.
Compromiso
Se hijo mayor confirmó que “cuando se bajó del micro desde Arrecifes, se hizo del club y a toda su familia le enseñó a querer a Sportivo y trabajar por el club”.
No solía practicar deportes, más allá de que le gustaba el ciclismo y participó del círculo de automovilistas de Pilar. Su vida en Sportivo transcurrió como dirigente y apoyando a las diferentes disciplinas, por ejemplo acompañando a todas las divisiones del básquet.
“Era una persona muy divertida, de hacer muchas bromas, los recuerdos que la mayoría tiene son de él haciendo algún chiste –recordó Sergio-. Es el cable a tierra que tienen los clubes, porque uno está todo el día trabajando y cuando llega al club busca estar con amigos y gente conocida”.