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Tras las huellas del Papa Francisco

El 13 de marzo de 2013 el Francisco asumió su pontificado. En esta nota miramos las huellas del primer Papa latinoamericano, argentino y jesuita de la historia.

Por Redacción Pilar a Diario 13 de marzo de 2025 - 07:50

Aquél 13 de marzo de 2013, cuando Francisco asumió el papel del máximo líder de la Iglesia Católica, sus palabras fueron: “Ustedes saben que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo”. Francisco, el primer Papa latinoamericano, argentino y jesuita de la historia, cumplirá doce años de pontificado. Y en esta nota intentamos mirar sus huellas.

El Papa Francisco, de 88 años, llega a este nuevo aniversario en un estado de salud complicado a causa de una afección respiratoria severa, con antecedentes de larga data, una dolencia en su rodilla derecha que requiere cirugía y le impide desplazarse por sus propios medios y una leve disfunción renal.

Su estado de salud mantiene en vilo a millones de seguidores en todo el mundo mientras se prepara para celebrar un nuevo aniversario al frente de la Iglesia Católica - la rama más numerosa del cristianismo, con alrededor de 1400 millones de seguidores en todo el mundo–.

En este marco, Fortunato Malimacci, profesor de Historia Social Argentina y del seminario Sociedad y Religión de la UBA, describió el papado de Francisco y evaluó las perspectivas actuales en una entrevista a Radio 2.

“Además de esas tres características –ser el primer Papa latinoamericano, argentino y jesuita de la historia– Francisco también fue el primero que asumió después de la renuncia de otro Papa, Benedicto XVI, al pontificado, en 500 años de historia. Ese dato también es importante porque fue el primero en asumir un cargo que empezó a humanizarse (o mundanizarse) más; un cargo que dejó de tener que cumplirse hasta la muerte y que también puede renunciarse. Esto es algo que vuelve a discutirse en estos días, a partir del complicado estado de salud del Sumo Pontífice”, explicó el investigador.

Las huellas de Francisco. (theobjective.com)..png

El pontificado de Francisco tuvo particularidades específicas. Una de ellas es la de dejar de pensar que Europa es el centro del mundo, del cristianismo y del catolicismo. “De hecho, la elección de Bergoglio fue una demostración de que había que buscar otras fuentes en otros lugares del mundo”, agregó.

Otra característica propia del papado de Francisco –que lo asemeja a Juan Pablo II, según Malimacci– fueron sus numerosos viajes por el mundo entero (América Latina, Asia, África y Europa), en los que llevó la idea de que “el catolicismo debe estar muy anclado en el mundo de los pobres, de los migrantes, de los "descartados", de las "periferias existenciales" y del «hospital de campaña» (palabras que usó mucho en sus mensajes). Es decir que afianzó la idea de que el catolicismo debe estar donde están las personas que sufren, que son explotadas o son dejadas de lado”.

Y en ese punto, emerge otra característica propia de Francisco y su discurso durante estos doce años : la de señalar quiénes son los responsables de esa pobreza y explotación presente en el mundo. Ese pensamiento estructural de la pobreza, también propio de América Latina, consiste en reflexionar acerca del crecimiento de la pobreza, a nivel global, como consecuencia de la existencia de la riqueza y de “un mercado desregulado manejado por grandes empresarios que extraen las ganancias”.

Pero, además, otra nota propia del pontificado de Francisco, fueron y siguen siendo “los signos”, remarca el docente. En tiempos de tanta incredulidad en el mundo sobre los liderazgos, los partidos y las religiones, Francisco usó, más que palabras, signos. Uno de ellos fue que “su primer viaje tuvo como destino Lampedusa (isla al sur de Italia, que concentra una importante inmigración de personas africanas) y desde allí puntualizó que el Mediterráneo es un lugar donde conviven los cruceros turísticos con los cadáveres de miles de migrantes en el agua. “Estos gestos fueron muy importantes, y cuando vino a América Latina siguió con la idea de los pueblos originarios, los trabajadores y el rol protagónico de los movimientos sociales”.

El abrazo a "los descartados". (laverdadnoticias.com)..png

También se enfocó en mostrar el papel de las religiones. No sólo del catolicismo, sino del conjunto de las religiones. “Aquí también sus gestos fueron relevantes y al mismo tiempo, muy criticados, porque se reunió con el Patriarca de Moscú, con el Patriarca de Constantinopla, con otros grandes grupos que se separaron de la Iglesia Católica ( evangélicos y protestantes) e incluso con sectores sindicados por la derecha global como uno de los grandes problemas que existen en Europa: los migrantes de origen islámico. Ese gesto se contrapone de forma explícita con la idea de la derecha (que incluye a católicos, cristianos y judíos) de que el Islam es el gran enemigo a derrotar, matar y echar de la Europa cristiana”. En ese contexto, también se reunió con el gran líder del mundo islámico musulmán, el imán Sheikh Ahmed al Tayeb y el Ayatollah Al Sistani, líder de los chiíes.

“Con todos ellos acordó que, en un mundo de tanto descrédito, las religiones tienen que tener un mensaje de paz, de diálogo y de fraternidad. Esa tarea y esas ideas quedaron plasmadas en tres grandes documentos escritos. El primero fue la encíclica «La alegría del Evangelio» (2013), contemporáneo con su viaje a Río de Janeiro, en el que llamó a «hacer lío» (aunque no le gusta mucho el lío, como quedó demostrado, más tarde, en su gestión)”, añade.

En el segundo documento –Casa Común– (2015) Francisco se centró en el cuidado del entorno natural y de todas las personas, e invitó a hacer mejor uso del plástico y el papel, no desperdiciar el agua ni la comida ni la energía eléctrica. También pidió “diferenciar los residuos, tratar con cuidado a los otros seres vivos, utilizar el transporte público y compartir el mismo vehículo entre varias personas, entre otras cosas”.

La tercera encíclica de Francisco fue “Hermanos todos” (2020), “un documento muy fuerte y muy cuestionado, inclusive al interior del catolicismo, y que le significó grandes disputas con el mercado. En el mismo, proclama la fraternidad universal y la certeza de que todas las personas tienen derechos".

En mayo de 2024, el sumo pontífice manifestó su deseo de venir al país: "Tengo ganas de ir a la Argentina" le dijo el Sumo Pontífice al Padre Pablo Viola, uno de los curas de barrios populares, en el Vaticano; pero la visita, hasta el momento, no se materializó.

Los viajes del Papa Francisco al mundo. (vaticannews.cn)..png

  • EL PAPA FRANCISCO Y SU VIAJE A LA ARGENTINA

“Que no haya venido a la Argentina es un signo de que Argentina es el único país del mundo en el que es Jorge Bergoglio. Los papas se transforman. La función que cumplen los hace una persona distinta de la que llegó al Vaticano. Uno habla de Francisco y lo compara, por ejemplo, con Juan Pablo II, es decir con la figura de otro papa, no con Karol Wojtya, el hombre nacido en Polonia antes de ser papa. Y es interesante pensar en esto, porque los argentinos tienden a pensar que todo lo que el papa hace o dice, lo hace y dice para la Argentina. Como si se tratara de un mensaje para su país”, explica.

En relación con los probables motivos de esa decisión, Malimacci deslizó: “Habrá que ver en su proceso interno, qué lo llevó a decidir así y a postergar su visita a la Argentina. Y al posponerla, cada vez se le hizo más difícil. Porque los conflictos hacia el interior de la sociedad argentina también están politizados y catolicizados y porque los mismos sectores que en 2013 celebraban su elección, hoy le dicen comunista y le reprochan que hable mucho de la pobreza y que se oponga al mercado”.

Y al mismo tiempo, señala que los que en 2013 estaban en contra de él, hoy van a visitarlo y a saludarlo. “Si uno mira la lista de las personas que visitan a Francisco, encuentra gente de derecha, de izquierda, de centro, progresista y conservadora. Es decir: de todo el espectro. Pero cuando el objetivo de algunos medios de comunicación es politizar la figura del Papa Francisco, entonces lo describen así: “Fue a verlo el dirigente sindical tal” o “fue a verlo el obispo que está con los militares”. Es decir –resume– que “si uno lee los medios argentinos, cada uno describe a su propio papa”.

Rezando por la salud del Papa Francisco. (Getty Images)..png

  • EL PAPA FRANCISCO Y DESPUÉS

A partir de la preocupación por la salud del Papa Francisco y la posibilidad de un futuro cónclave, varios nombres fueron surgiendo como probables sucesores al frente de la Santa Sede. Actualmente, la mayoría de los cardenales con más influencia en la iglesia católica siguen una línea progresista, lo que podría dar continuidad al enfoque de Francisco.

En el cónclave para elegir un nuevo papa, participan los cardenales menores de 80 años y el número de cardenales elegibles varía según la edad de los miembros del Colegio Cardenalicio. La facultad de nominar geográficamente a los cardenales –quienes integrarán oportunamente el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, llegado el momento– es inherente al Sumo Pontífice y eso no cambió durante el papado actual, a pesar de la impronta renovadora latinoamericana que imprimió Francisco. Es una facultad que tanto Ratzinger (Benedicto XVI) como Bergoglio (Francisco) han usado a la hora de seleccionar a los integrantes del Colegio Cardenalicio. “A partir de allí, hay una lógica y una disputa particular en cada uno de los cónclaves, por lo cual, “hablar del futuro –aclara Malimacci– es una aventura”.

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