Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna(SMLM) en más de 170 países, una iniciativa global destinada a promover y apoyar el amamantamiento.
El objetivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna es promover esta práctica y derribar las brechas de desigualdad que limitan el proceso. Detalles.
Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna(SMLM) en más de 170 países, una iniciativa global destinada a promover y apoyar el amamantamiento.
Se trata de una campaña coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA) en forma conjunta con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, con el objetivo de crear conciencia y realizar acciones de protección, promoción y apoyo al amamantamiento.
Con el lema “Cerrar la brecha, apoyo a la lactancia materna para todos”, se subraya la importancia de trabajar en unidad para superar las desigualdades y asegurar que todas las madres y bebés, independientemente de su contexto socioeconómico, geográfico o cultural, puedan disfrutar de los beneficios de la lactancia materna.
En este aspecto, desde la OMS y UNICEF, se lanzó un reclamo especial de apoyo a esta práctica en forma equitativa. “En los últimos 12 años, el número
LOS BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA
La lactancia materna -recomendada como la alimentación exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta los 2 años o más- es fundamental para el desarrollo y la protección de los bebés. Este vínculo no solo nutre físicamente al bebé, sino que también fortalece el lazo emocional entre madre e hijo, proporcionando seguridad y confianza para explorar el mundo.
Por esto, la recomendación general es que la lactancia comience tan pronto como sea posible, tanto en partos naturales como aquellos realizados por cesárea; manteniéndola como forma exclusiva de alimentación durante los primeros seis meses de vida, para luego comenzar a incorporar paulatinamente otros alimentos.
REDUCIR LAS DESIGUALDADES
Sin embargo, este camino no siempre es simple. Más allá de la voluntad de la mamá de darle el pecho a su hijo, pueden aparecer obstáculos que dificulten la tarea.
Entre las “barreras” de la lactancia materna, se incluyen la percepción de producción insuficiente de leche, la falta de confianza en las habilidades para amamantar, la recomendación por parte de profesionales de la salud de utilizar fórmulas lácteas y detener la lactancia prematuramente, la falta de lugares adecuados para extraer leche en entornos laborales y la ausencia de políticas de apoyo a la lactancia materna.
Los datos sobre lactancia a nivel mundial muestran que el 48% de niñas y niños menores de 6 meses reciben lactancia exclusiva. Según la Encuesta Nacional de Lactancia (ENALAC) realizada en efectores públicos en 2022, en la Argentina la reciben el 53,2% de los bebés. Esto significa que cientos de miles de bebés son capaces de sobrevivir gracias a la lactancia materna.
Cuando las madres reciben el apoyo que necesitan para amamantar a sus bebés, todo el mundo se beneficia. Según los últimos datos disponibles, mejorar las tasas de lactancia materna podría salvarle la vida a más de 820.000 niños y niñas al año.
Cuando se protege y se apoya la lactancia materna, es dos veces más probable que las mujeres amamanten a sus bebés. Se trata de una responsabilidad compartida. Las familias, las comunidades, los profesionales sanitarios y los responsables de la formulación de políticas y decisiones tienen un papel fundamental para llevar a cabo medidas como las siguientes:
. Aumentar la inversión en programas y políticas que protejan y apoyen la lactancia materna a través de presupuestos nacionales específicos.
. Poner en marcha y dar seguimiento a medidas favorables a la familia en el lugar de trabajo, como licencias de maternidad remuneradas, descansos para amamantar y acceso a servicios de atención a la infancia asequibles y de calidad.
. Garantizar que las madres que se encuentran en situación de riesgo en contextos de emergencia o que pertenecen a grupos infrarrepresentados reciban una protección y un apoyo a la lactancia materna que vayan en consonancia con sus necesidades específicas, incluido el asesoramiento oportuno y eficaz en materia de lactancia dentro de su cobertura médica habitual.
-Mejorar el seguimiento de los programas y las políticas relacionados con la lactancia materna para proporcionar datos y conocimientos que permitan seguir aumentando las tasas de esta práctica.
-Desarrollar y aplicar leyes que restrinjan la comercialización de sucedáneos de la leche materna, incluidas las técnicas de marketing digital, con un seguimiento de las denuncias habituales de las infracciones del Código internacional.
CÓMO PODEMOS ACOMPAÑAR A LA MUJER DURANTE LA LACTANCIA
. Preguntá si necesita algo: Una simple consulta sobre sus necesidades puede marcar una gran diferencia. A veces, la mamá necesita ayuda práctica o emocional que no siempre pide directamente.
. Ofrecé sostén emocional: Escuchar y brindar apoyo emocional puede aliviar el estrés y las presiones que enfrenta. Asegurate de que se sienta valorada y comprendida.
. Ayudá con el orden y limpieza de la casa: Mantener el hogar en orden puede reducir el estrés y permitir que la mamá se concentre en la lactancia y el cuidado del bebé.
. Mejorá el apoyo de la espalda: Ayudar a ajustar o proporcionar un buen soporte para su espalda mientras amamanta puede hacer que la experiencia sea más cómoda y menos dolorosa.
. Preocupate de la comida: Preparar comidas nutritivas y accesibles es fundamental. Una buena alimentación es clave para mantener la energía de la mamá y apoyar la producción de leche.
. Encargate de la higiene del bebé: Ayudar con el baño y otros cuidados del bebé puede aliviar una carga adicional de la mamá, permitiéndole concentrarse en la lactancia.
. Disminuí su estrés: Contribuí a reducir el estrés general de la mamá, ya sea manejando tareas adicionales o simplemente estando presente para ella.