Leda Bergonzi, la "sanadora" rosarina, estuvo este sábado en la provincia de Buenos Aires, en el Santuario Nuestra Señora de Lourdes, en Santos Lugares.
Leda Bergonzi, la “sanadora” de Rosario a la que, entre otras cosas, le atribuyen la capacidad de curar con sus manos, llevó su mensaje de fe y sanación este sábado a miles de seguidores en el Santuario Nuestra Señora de Lourdes, ubicado en la localidad de Santos Lugares, en la provincia de Buenos Aires.
A fines de abril, la propia Leda le había confiado a la periodista Marcela Tauro que no faltaba mucho tiempo para llegar a Buenos Aires con su mensaje. Y la mujer fundadora de la comunidad Soplo de Dios Viviente cumplió su palabra. Y convulsionó esta localidad, ubicada en el partido de 3 de Febrero, en el oeste bonaerense.
Su llegada a Santos Lugares había generado, desde mediados de semana, extensas filas de personas que aguardaban para verla el sábado pasado, en el santuario que a lo largo de toda la jornada lució colmado.
Leda convocó a cientos de fieles de todas partes del país, movilizados en ómnibus o en automóviles particulares, se acercaron hasta el Santuario de Lourdes por problemas de salud, falta de trabajo o para llevar la foto de algún familiar y recibir la imposición de manos. Ellos escucharon su oración, pronunciada con fervor y acompañada por cánticos y alabanza.
Durante su oración, pidió que los presentes "que busquen a Dios, no me busquen a mí". Rezando, creyendo y teniendo mucha fe", agregó.
Una periodista le preguntó puntualmente qué era lo que los seguidores recibían de ella y Leda respondió: "La gente recibe lo que tiene que recibir. Dios se manifiesta igual, aunque sea con una foto. Hoy es un día donde el espíritu santo nos va a mostrar su poder. Se ve, se siente".
Y cuándo la interrogaron sobre cómo se manifestaba ese fenómeno, fue contundente: "Vívanlo y cuéntenlo después para saber de qué se trata".
Durante la misa se la pudo ver a Leda a la izquierda del altar donde se celebraba la misa y cantando algunas canciones que acompañaron la ceremonia.
"Es un antes y un después", aseguran las personas que fueron tocadas por sus manos. Leda Bergonzi es una mujer común, tiene 44 años, vive en Rosario, es madre de cinco hijos y abuela, trabaja como emprendedora, pero desde siempre fue muy creyente.
Leda nació en una familia de clase media y se crio junto a cinco hermanos, entre los cuales se encuentra su gemela, Aldana. Desde joven, tuvo una vida religiosa activa, cultivando la oración y participando en actividades religiosas con su familia, influenciada por su abuela.
Un hecho en 2015 cambió su vida por completo, según narran las periodistas Sabrina Ferrarese y Araceli Colombo en su biografía, llamada “Leda, la fe y la sanación”. Mientras caminaba por Rosario, una profunda tristeza al ver el rostro de un hombre en un colectivo desencadenó en ella una serie de experiencias espirituales intensas. Este evento es considerado por Leda como el momento en que recibió sus dones de sanación. Según contaron ellas, Leda experimentó en ese momento, por primera vez, una cercanía inédita y espiritual hacia un extraño. Se le abrió una puerta hacia las almas, recibió un pase libre al mundo interior ajeno, sin quererlo ni pedirlo. Esta extraordinaria capacidad le fue dada, un regalo divino a través de la oración incesante que eleva diariamente a Dios de los católicos.
Inicialmente, rechazó estos dones, pero con el apoyo de su grupo espiritual y sacerdotes, aceptó su misión de ayudar a los demás a través de la imposición de manos y otras prácticas espirituales.
En el sitio ledabergonzi.com -que no es oficial-, habla sobre su práctica de la imposición de manos. Este antiguo ritual, que ha cobrado nueva vida en manos de Bergonzi, se ha convertido en un catalizador de transformación para aquellos que buscan esperanza y sanación”. Ellas son heterogéneas, tiene un enfoque holístico: “En sus sesiones, utiliza métodos específicos que se adaptan a las necesidades individuales de cada persona. Desde terapias energéticas hasta prácticas meditativas, Leda personaliza su enfoque para abordar aspectos físicos, emocionales y espirituales”.
Antes de su notoriedad, se dedicaba a confeccionar y vender uniformes de trabajo. Ahora, es conocida por dirigir la comunidad “Soplo de Dios Viviente”, grupo que formó junto a su esposo hace 9 años.
Conocida por su presunto poder de cura, Leda se dedica a la “sanación” con el aval de la Iglesia Católica, atendiendo a miles de fieles en la ciudad Rosario en la provincia de Santa Fe. Sin embargo, su popularidad creció en los últimos años, recibiendo a personas que vienen desde otras provincias o países limítrofes.
“Dios sana. Yo simplemente soy igual que todos ustedes. Dios primero me rescató a mí y hoy yo salgo a donarme por él, pero creo que puede pasarle a cualquiera”, afirma Leda.
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