Estos caballos, que pueden verse en el Exposición rural, fueron recuperados por la familia Rodríguez-Sede, única criadora de Sudamérica. Hay solo 40 ejemplares.
Una de las grandes novedades y atracciones de la gran fiesta del campo, en la Exposición Rural de Palermo en su edición 136°, son los llamativos y excéntricos Curly Horse o Bashkir Curly, los caballos con rulos, que llegaron desde la localidad rionegrina de Maquinchao. Se trata de una raza caballar en peligro de extinción. La presencia de estos ejemplares dejó perplejas las miradas, entre sorprendidos, desconcertados y maravillados que recibieron con aplausos a estos ejemplares.
Una de las características que los hacen tan especiales y admirados es su particular pelaje ondulado. Además, se destacan por tener un carácter gentil, ser dóciles por naturaleza, mansos, robustos, hipoalergénicos, curiosos e inteligentes. Su apariencia es refinada y su capacidad de aprendizaje es asombrosa. Todo esto, los convierte en animales ideales para realizar equinoterapia.
Esta raza fue recuperada para evitar se extinga definitivamente. La ardua tarea la realizó la familia Rodríguez-Sede, emprendedores que dieron nacimiento a “Yeguada Rodríguez”, empresa familiar dedicada a la promoción, protección y cría de caballos con rulos. Cabe destacar que se trata de una raza de caballos de la que solo quedan 40 ejemplares y son únicos en Sudamérica, lo que los convierte en una joya admirada.
Para Gerardo Rodríguez y Andrea Sede, dueños de “ Yeguada Rodríguez", estar por primera vez en la Exposición Rural de Palermo es un sueño hecho realidad. No importaron las cerca de 20 horas para hacer los 1500 kilómetros desde Maquinchao, en el centro sur de la provincia de Río Negro, hasta la ciudad de Buenos Aires.
Jarilla y Zampa -el nombre de dos plantas autóctonas de la Patagonia-, son los dos equinos que viajaron con ellos en Buenos Aires. Miden 1,43 y 1,60 metros de altura, mientras que la altura promedio de esta raza es de entre 1,45 y 1,47 metros, según precisó el criador. Al no haber jurado de esta raza particular, será la misma Sociedad Rural Argentina (SRA) quien le brinde un jurado especialista en caballos.
Aunque su origen sigue siendo un misterio, algunas teorías que tratan de entender cómo llegaron estos caballos al país sugieren descienden de los animales que trajeron los colonizadores españoles en 1536 durante la expedición de Pedro de Mendoza.
Presumiblemente, algunos de estos caballos llegaron a la meseta de Somuncurá (sector meridional de los departamentos 9 de Julio y Valcheta de la provincia de Río Negro) y, con el tiempo, para adaptarse al clima hostil y las condiciones ambientales del lugar, desarrollaron sus singulares rulos. No tienen crines ni colas largas porque en esa zona no hay insectos que los molesten.
El rescate de estos animales se produjo hace unos 15 años y se les hicieron muestras de ADN en Estados Unidos, donde había caballos similares. De esos estudios descubrieron algo “rarísimo”: la mutación que genera los rulos en los caballos en la Argentina no es la misma de la de Rusia ni la de Estados Unidos. “Es única en el mundo, o sea que solo son únicos en Sudamérica sino en el mundo. La mutación del gen es distinta. Así se logró la aceptación a nivel internacional, y este ahora se presentan por primera vez en Palermo.