Entre las 5 calles más fotografiadas del mundo se encuentra una ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina. ¿Cuál es? Los detalles.
Hay calles que parecen pensadas para ser fotografiadas, donde la luz, el color y el ritmo urbano se convierten en una experiencia estética. En un mundo lleno de paisajes compartidos en las redes sociales, todavía hay lugares que conservan la capacidad de sorprender al ojo y al alma.
Hay distintos rankings que estipulan cuáles son las calles más fotografiadas del mundo, todas varían de acuerdo a si son realizados por periodistas especializados, agencias de viaje o empresas de rubros variados del sector turístico. Sin embargo, los propios viajeros también elaboran sus listas de preferencia.
De acuerdo a un artículo del blog This Remote Corner, hay una calle de la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina, que se ubica entre las más fotografiadas del mundo: está rodeada varias capas de pintura y mosaicos que adornan las casas.
¿CUÁL ES LA CALLE MÁS FOTOGRAFIADA DE ARGENTINA?
Caminito, en el barrio de La Boca, en la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de una calle donde el arte se camina, se baila y se siente. Para muchos turistas es un museo al aire libre.
En sus orígenes era un paso para los trenes de cargas, pero en la década de 1950 fue transformado en un espacio peatonal y artístico en homenaje a los inmigrantes genoveses.
Los fines de semana, el turismo puede disfrutar de los pintores, bailarines y músicos en vivo. Al lugar se puede llegar en taxi, auto de aplicación o en colectivo desde el centro porteño con las líneas 29, 33 o 64. Los que saben recomiendan que la mejor época para sacar fotos es en invierno.
. TIP FOTOGRÁFICO: buscar planos donde el movimiento —un tango, una sonrisa— contraste con las fachadas coloridas.
¿CÓMO SE COMPLETA EL RANKIN DE LAS 5 CALLES MÁS FOTOGRAFIADAS DEL MUNDO?
En el corazón del distrito de Higashiyama (donde tradicionalmente habitaban las gheisas), Ishibe-kji parece congelada en el tiempo. Sus callejones de piedra, linternas tradicionales y fachadas de madera evocan el Japón del periodo Edo.
Pasear por ella al atardecer, cuando las luces se encienden y el murmullo se apaga, es una experiencia casi cinematográfica.
Imposible pasar de largo sin admirar la Torre de Yasaka, una pagoda budista de cinco pisos de altura que es la única estructura que queda de un complejo de templos del siglo VI conocido como Hkan-ji.
Los que saben recomiendan que las mejores épocas para sacar fotos son primavera (marzo-abril), cuando los cerezos están en su apogeo, u el otoño (noviembre).
. TIP FOTOGRÁFICO: capturar la textura de los adoquines con luz tenue o lluvia ligera; las sombras reflejadas aportarán a tus instantáneas una atmósfera única.
En las montañas del Rif, el pintoresco pueblo de Chefchaouen despliega un laberinto de callejones pintados de azul.
Se dice que el color tiene un significado espiritual, pero también funciona como un imán para la luz.
Desde las escaleras empinadas hasta las maravillosas puertas y las macetas cuajadas de flores, todo aquí invita a la cámara.
Los que saben recomiendan que las mejores épocas para sacar fotos son la primavera u el otoño, cuando el sol resalta el azul sin deslumbrar.
. TIP FOTOGRÁFICO: evitar las horas centrales del día; a primera hora, la luz suave acentúa los tonos azules y las sombras del relieve.
Ocho curvas cerradas y una pendiente de 27 grados hacen de Lombard Street una maravilla urbana rodeada de jardines impecables y casas victorianas, ofrece una vista incomparable del perfil de San Francisco y su bahía.
Eso sí, no esperes una calle tranquila. Su belleza está siempre en movimiento, con coches bajando lentamente entre flores y turistas buscando el mejor ángulo.
Los que saben recomiendan que las mejores épocas para sacar fotos son la primavera y verano, cuando los jardines están en flor.
. TIP FOTOGRÁFICO: disparar desde la base al atardecer para capturar la pendiente y el horizonte de la ciudad.
El Pasaje de Lodares es uno de los tesoros es uno de los tesoros menos conocidos del modernismo europeo. Inaugurado en 1925, une dos calles del centro de Albacete (Tinte y Mayor) bajo una bóveda de cristal que filtra la luz como en una galería italiana.
Sus columnas, esculturas y vitrales lo convierten en un escenario perfecto para los amantes de la arquitectura y la fotografía de interiores.
Junto al pasaje Gutiérrez de Valladolid y el pasaje del Ciclón de Zaragoza, el de Lodares uno de los tres únicos ejemplos de este tipo de galerías que se conservan en España.
Los que saben recomiendan que la mejor época para sacar fotos es en invierno, la luz suave realza el brillo del vidrio.
. TIP FOTOGRÁFICO: disparar hacia arriba con un gran angular para destacar la simetría del techo acristalado.