Los entornos verdes afectan a la composición de los oligosacáridos (moléculas de azúcar) de la leche materna, según han observado un equipo de investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia.
El contacto de las madres con la naturaleza y los entornos verdes mejora la composición de la leche materna, según un estudio de una Universidad de Finlandia.
Los entornos verdes afectan a la composición de los oligosacáridos (moléculas de azúcar) de la leche materna, según han observado un equipo de investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia.
Los oligosacáridos en la leche materna pueden proteger al bebé de microbios dañinos y reducir el riesgo de desarrollar alergias y enfermedades. También están estrechamente relacionados con el sistema inmunológico y la microbiota intestinal, lo que además tiene un impacto en la salud del bebé.
“Estudios anteriores han demostrado que los factores genéticos y biológicos, como la obesidad de la madre, pueden cambiar la composición de oligosacáridos en la leche materna. Nuestro objetivo era estudiar cómo los entornos de vida verdes afectan a la composición de los oligosacáridos en la leche materna, ya que se ha descubierto que estos entornos tienen un impacto beneficioso en la inmunidad y reducen el riesgo de enfermedades en los niños”, han enfatizado los expertos.
Para alcanzar esta conclusión se analizó la leche materna de 800 mujeres cuyos hijos tenían tres meses de vida. Los ambientes verdes residenciales se midieron en el momento del nacimiento del niño con medidas de verdor, diversidad de vegetación e índice de naturalidad, es decir, cuánto impacto e intervención humana ha habido en la zona residencial. Los resultados fueron independientes del nivel educativo, ocupación, estado civil y salud de los padres de los niños, así como de la desventaja socioeconómica en el área residencial.
Así, el estudio ha puesto de manifiesto que la diversidad de oligosacáridos aumenta y la composición de varios oligosacáridos individuales cambia cuando el área donde habita la madre incluye más ambientes verdes.
“Esto podría indicar que un mayor contacto diario con la naturaleza podría ser beneficioso para las madres que amamantan y sus hijos, ya que la composición de oligosacáridos de la leche materna se volvería más diversa. Los resultados implican que la lactancia materna podría tener un papel mediador entre los entornos verdes residenciales y la salud en la infancia”, han zanjado los expertos.