La decisión histórica del Papa Francisco conocida este lunes sorprendió y la razón es volver al origen de su nacimiento en la época de la colonia. Detalles.
En una decisión histórica con repercusiones significativas para Argentina, la Santa Sede anunció este lunes 22 que la diócesis de Santiago del Estero será elevada al rango de archidiócesis, convirtiéndose en la nueva Sede Primada de la República Argentina.
Además, el Papa Francisco nombró como primer arzobispo de Santiago del Estero a monseñor Vicente Bokalic Iglic, C.M., hasta ahora obispo de la misma sede, otorgándole el título de Primado de Argentina, hasta ahora ejercido por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva.
Santiago del Estero, durante siglos acuñó el glorioso título de “Madre de Ciudades”, y elegida para ser centro de difusión del Evangelio es también “Madre de Diócesis” en Argentina. Este cambio es visto como un reconocimiento a la rica historia y contribuciones de Santiago del Estero a la fe católica en Argentina, así como un paso hacia una mayor integración territorial y federal dentro de la estructura eclesial del país.
El traslado de la Sede Primada tiene sus raíces en decisiones históricas previas. En 1570, bajo el pontificado de San Pío V, se estableció la Diócesis del Tucumán con sede en la entonces ciudad de Santiago del Estero. Esta acción respondió a la necesidad pastoral de atender el vasto territorio que incluía regiones hoy conocidas como Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy, Tarija y Nueva Orán.
La importancia histórica de Santiago del Estero como centro eclesiástico primordial se consolidó aún más con la creación de la actual Diócesis de Santiago del Estero en 1907, continuando así la tradición de ser una de las sedes episcopales más antiguas y significativas en la historia de la evangelización en América.
La Bula Pontificia que oficializa este traslado será ejecutada ceremonialmente en Buenos Aires el domingo 25 de agosto y en Santiago del Estero el sábado 7 de septiembre, marcando así el inicio de una nueva era para la Iglesia en Argentina bajo el liderazgo de la recién establecida Archidiócesis de Santiago del Estero.