¿Alguna vez te has preguntado por qué cruzamos los dedos para desear suerte a alguien o para atraerla nosotros mismos? Esta simple acción, arraigada en nuestra cultura, tiene sus raíces en el pasado, con dos teorías distintas que compiten por explicar su origen. A ellas las recoge Mental Floss en un artículo.
Sin embargo, este gesto está tan implantado en la sociedad, se utiliza en tantos lugares del mundo, que se ha desligado por completo del motivo por el que se empezó a utilizar. Según una de las teorías, el origen sería cristiano y, según la otra, no. Hoy, las personas lo utilizan independientemente de sus creencias.
- DESEOS GUARDADOS EN EL CRUCE
Para hablar de la primera de las teorías hay que remontarse a la era precristiana. Entonces, el gesto de cruzar los dedos requería a dos personas y era una antigua costumbre pagana. Al cruzar los dedos, pensaban que sus deseos quedarían guardados en el punto en el que sus dedos se cruzaban hasta que finalmente se hicieran realidad.
Sin embargo, con paso del tiempo, este gesto evolucionó y quienes querían pedir un deseo se dieron cuenta de que podían hacerlo ellos mismos sin tener que entrecruzar sus dedos con los de ninguna otra persona. Al principio, lo hacían cruzando sus dedos índices de ambas manos; pero siguió evolucionando hasta adquirir la forma que conocemos hoy en día en la que no necesitamos más que una mano para llevarlo a cabo.
Existen dos teorías sobre este gesto. (confirmado.com.ve).png
Existen dos teorías sobre este gesto. (confirmado.com.ve).
No existe una única teoría sobre el origen del uso de este gesto, sino que hay una segunda que apunta que este proviene de los primeros días del cristianismo, cuando los que practicaban esta religión eran perseguidos por sus creencias; por tanto, se ocultaban.
Fue entonces cuando desarrollaron este gesto para reconocerse entre cristianos. El cruzar los dedos implicaba formar el 'icthys', o símbolo del pez, tocando los pulgares y cruzando los dedos índices de ambas manos. También, en momentos complicados, hacían este gesto para invocar una bendición o la esperanza de un deseo u oración.
Igual que sucede con la teoría número uno, al principio, cruzaban dedos de diferentes manos e incluso con otras personas; pero el gesto fue evolucionando para que pudiera llevarlo a cabo cualquiera en solitario.
En ambos casos, el gesto ha perdurado a lo largo de los siglos, trascendiendo sus orígenes y siendo adoptado por personas de diversas creencias y culturas. Hoy en día, cruzar los dedos sigue siendo una forma común de expresar deseos de buena suerte, independientemente de su historia.
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Saludo secreto cristiano. (BBC).
Recientemente, un estudio del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College London (UCL) reveló que cruzar los dedos puede hacer más que conjurar a las diosas de la fortuna.
Resulta que ese simple y familiar gesto alivia el dolor hasta el punto que puede hacerlo desaparecer, eso si se trata de dolores en los dedos, como ese que te provocas cuando no le atinas al clavo con tu martillo.
Lo que sucede, explicaron los científicos, es que cruzar los dedos confunde la manera en la que nuestro cerebro procesa las sensaciones de calor, frío y dolor. Es por eso que cruzar los dedos después de darte ese martillazo alivia notoriamente y hasta puede hacer desaparecer ese dolor... el físico, no el que deja el golpe al orgullo.
¿LO SABÍAS?
¿VOS CRUZAS LOS DEDOS?