Mientras en el resto del mundo los eventos relacionados a la obra se realizarán en espacios más convencionales como galerías, iglesias y auditorios, en Argentina se corporizó en Ischigualasto, este parque nacional triásico, donde la naturaleza trabaja pacientemente desde 220 millones de años y que, pese haber sido transitado por dinosaurios herbívoros, se quedó asociado a la morfología lunar. ¿La razón? Por lo que sucede en las noches de luna llena: la luz del satélite terrestre enrarece aún más a este lugar único en el mundo, llevando a que su quietud se corresponda con una suspensión del tiempo y con un ensanchamiento sensorial de quien lo contempla.
“Una locura”. Esas palabras se oyeron en la primera reunión virtual, hace ya varios meses, entre los organizadores de este evento único con las autoridades de la provincia de San Juan. Hay que reconocerlo, la idea de hacer la pre-escucha del nuevo disco de Coldplay, “ Moon Music ” (se edita este viernes 4 de octubre) en el Parque Provincial Ischigualasto, más conocido como Valle de la Luna, sonaba y suena descabellada. Pero la unión de varios frentes y el empuje de la banda británica lo hicieron posible.
Foto de la Tapa del álbum sacada por un bonaerense. (Prensa).
Foto de la Tapa del álbum sacada por un bonaerense. (Prensa).
Esta pre-escuchafue la primera que se realizó en el mundo, lo que marca la predilección de la banda británica por la Argentina. Hay otro dato que abona lo expuesto: la tapa del álbum pertenece al fotógrafo bonaerense Matías Alonso Revelli.
El nuevo álbum de Coldplay consta de 10 canciones, y su pre-escucha duró unos 40 minutos. Uno de los momentos más esperados fue la revelación de "We Pray", una canción que cuenta con la colaboración especial de Tini Stoessel en su versión en español, lo que añadió un toque latino al lanzamiento global.
Participaron 150 afortunados asistentes, entre influencers, youtubers, medios nacionales y fanáticos ganadores de sorteos, que disfrutaron de una experiencia musical única e inolvidable en un entorno natural imponente.
El Valle de la Luna, en plena pre escucha de Moon Music. (Warner Music)..png
El Valle de la Luna, en plena pre escucha de Moon Music. (Warner Music).
Todo estuvo calculado con precisión cronométrica por Warner Music, porque el objetivo era escuchar “Moon Music” frente al tan emblemático monumento natural llamado El Hongo, apenas cayera el sol, a las ocho de la noche.
A cada invitado se le dio un par de auriculares inalámbricos, para evitar la contaminación sonora, y se lo invitó a sentarse en unas alfombras con almohadones. Apenas iniciado el anochecer, sonó el disco entero, mientras una serie de luces iluminaban el monumento a contraluz y desplegaban hacia el infinito del cielo.
A las 20 horas en punto, cuando la noche por fin le ganó al día, un afectuoso mensaje de agradecimiento de Chris Martin (en castellano) fue el preludio perfecto para dar comienzo al show. Es que, más allá de que no había músicos, escenario ni butacas, lo que se vivió en el Valle de la Luna fue un verdadero espectáculo de imágenes y sonido.
En la previa, el hermetismo de los organizadores no daba pistas sobre lo que podía llegar a pasar. Por eso fue una verdadera sorpresa cuando una fuerte luz azul, como un láser, comenzó a trazar el contorno del Hongo, justo en los primeros instantes de “Moon Music”, el track que sirve como introducción del álbum.
Si bien la escena se parecía bastante a una típica silent party, el contexto era completamente fuera de lo común. Y el aporte de las visuales, proyectadas sobre el imponente paisaje, le dio un toque distintivo que difícilmente se pueda repetir en las otras 28 pre- escuchas del disco previstas en ciudades de todo el mundo (de Ámsterdam a Beijing, Belgrado, Dubai, Varsovia, Madrid, Lima y Bangkok, por mencionar algunas). Es que, claro, no hay otro Valle de la Luna.
Verdadero espectáculo de imágenes y sonido. (Prensa)..jpg
Verdadero espectáculo de imágenes y sonido. (Prensa).
Cada una de las 10 canciones que completan el álbum tuvieron su propia estética y animación. Por eso, el Hongo fue Vía Láctea, luego tornado, cielo estrellado y hasta bloc de notas. También intervinieron las Barrancas Coloradas que yacen en el fondo, en un juego de colores, texturas y profundidades que le otorgaron un toque surrealista al asunto.
Y el mayor golpe de efecto fue realizar un mapping con los videos oficiales de los dos temas ya publicados (“We pray” y “Feelslikeimfallinginlove”), además de imágenes con toda la estética de Coldplay, con muchos dibujos hechos en crayón, garabatos y el símbolo de la paz.
El resultado fue impactante y majestuoso, con un despliegue de belleza visual que complementaba la efectividad de las canciones, que demostraron que la inspiración sigue a pleno. El disco trae momentos acústicos y tramos orquestales, bastante piano y también ritmos bailables que -de hecho- pusieron a todos de pie, bailando en silencio en el medio del desierto.
Al finalizar la última canción, que repite como un mantra de influencia beatle la frase “And in the end it's just love” (Y al final sólo es amor), estalló una ovación y hubo una larga serie de aplausos.
Fueron meses de preparación y todo pasó en apenas 45 minutos de magia. Una verdadera “locura”, sí, de esas que difícilmente se puedan olvidar.
La Tierra en El Hongo, una de las imágenes que no se olvidará. (Warner Music)..png
La Tierra en El Hongo, una de las imágenes que no se olvidará. (Warner Music).
¡MARAVILLOSO VALLE DE LA LUNA!
¡ORGULLO ARGENTINO!