El término fue acuñado por el psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger para describir el desgaste extremo que sufren las personas sometidas a una alta exigencia emocional y laboral. No se trata solo de estar cansado, sino de un agotamiento profundo, tanto físico como mental, que surge cuando uno da todo por una causa o una profesión sin recibir la satisfacción esperada.
La psicóloga Cristina Maslach llevó el concepto más allá, investigando cómo este síndrome afecta especialmente a quienes trabajan en profesiones de asistencia, como la salud, la educación o el servicio social. Junto a Susan Jackson, desarrolló el Maslach Burnout Inventory (MBI), una herramienta que ayuda a medir este desgaste a través de tres dimensiones:
- Agotamiento emocional: Sentirse exhausto, sin fuerzas ni motivación para continuar con la tarea diaria.
- Despersonalización: Adoptar una actitud fría y distante con los demás, perdiendo la empatía y el compromiso.
- Baja realización personal: Percibir el propio desempeño de manera negativa, sentir que nada de lo que se hace tiene valor o sentido.
El burnout no es simplemente estrés. Mientras que el estrés puede ser temporal y manejable, el burnout es un estado de desgaste prolongado que afecta la identidad profesional y la autoestima.
¿Cómo evitar llegar al burnout?
Si sientes que el trabajo te consume más de lo que te aporta, es momento de hacer algo al respecto. Aquí algunas claves para prevenir el burnout:
- Pon límites: No te lleves el trabajo a casa, aprende a decir "no" y respeta tu tiempo de descanso.
- Desconéctate y descansa: Dormir bien y tomarte pausas durante el día ayuda a recuperar energía.
- Cuida tu cuerpo y mente: Hacer ejercicio, alimentarte bien y practicar técnicas de relajación como mindfulness pueden marcar la diferencia.
- Rodéate de apoyo: Hablar con amigos, familia o colegas ayuda a liberar tensiones y encontrar nuevas perspectivas.
- Busca ayuda profesional: Si sientes que el agotamiento no desaparece, acudir a un especialista puede ser clave para recuperar el equilibrio.
Detectar el burnout a tiempo y tomar medidas no solo mejorará tu bienestar, sino que también te permitirá disfrutar más de lo que haces. Después de todo, trabajar no debería significar perderse a uno mismo en el camino.
Lic. Paula De Lattantis. Psicóloga