Los materiales, el reciclaje y los residuos cada vez importan más. Diseñadores y fabricantes trabajan para avanzar hacia una moda sostenible. Érica Martinez tiene 43 años, es vecina de Del Viso y desde hace poco más de una década lleva adelante un oficio independiente. Decidió dejar su trabajo y dedicarse de lleno a actividades sustentables. Elección que pudo rentabilizar. Así nació Amar es Reciclarte, un emprendimiento de marroquinería sustentable.
En sus comienzos, Martínez, creadora y diseñadora de la marca, trabajaba en el rubro gastronómico y a la vez como artesana. En este último, la exposición a componentes tóxicos la llevó a cambiar de rumbo. En diálogo con Pilar a Diario detalló: “Hace 10 años empecé a aventurarme en reciclados. Al principio hacía duendes con masilla epoxi, pero me hizo mal. Ahí conocí a dos chicas con las cuales empezamos a incursionar en el mundo del reciclaje, trabajamos juntas, hasta que yo elegí la termofusión y me dediqué por completo a eso”.
A la par, su compañero y familia tomaban el mismo camino. “Diego (su pareja) era cocinero, pero decidió dejarlo y convertirse en bioconstructor. Hace casas de barro. Además es una de las personas que más me ayuda con los mobiliarios o el traslado, también es parte, como mi hija Paloma. Ellos son los principales colaboradores de mi proyecto. También cuento con Claudia, que se encarga de coser y Érica que está aprendiendo el manejo de las placas”.
Marroquinería sustentable
El emprendimiento cuenta con todo tipo de accesorios de uso cotidiano. Producen materas, riñoneras, mochilas, billeteras, equipo matero o kit yerberos. También confeccionan productos personalizados, es decir por pedidos, y limitados en fechas especiales/ festivas. Todos ellos, hechos a partir de la termofusión.
“Para el proceso de producción juntamos una gran cantidad de plástico. No llevo el número de la totalidad de kilos, pero sé que es muchísimo. Al principio la recolección era casera. Familiares o amigos colaboraban separando sus residuos, hoy hay muchos clientes que me ayudan, así como locales que me juntan el material”, reveló la diseñadora. A su vez profundizó: “La termofusión o termofundido es una reutilización de polietileno de alta y baja densidad. Hacemos una plancha o placa y mediante el calor fusionamos distintas capas de plásticos. Arriba de eso, generamos el diseño con el cual se produce una especie de cuero plástico”.
Desde bolsas de alimentos para perros, hasta sachets de leche. Todo tipo de envoltorio limpio y seco sirve para la confección de estos productos que cada vez suman más consumidores.
Por el momento, Amar es Reciclarte sólo cuenta con venta on-line. Tienen envíos a todo el país y su tienda física es nómada, ya que se presenta en diferentes ferias del Conurbano, según la convocatoria. En ese contexto, el próximo fin de semana estará en la Feria del Productor al Consumidor (Facultad de Agronomía). El 16 de septiembre tendrá un stand en la Noche de la Ferias de La Plata y en octubre se irán al Encuentro Nacional de Mujeres.
Puro Diseño
El pasado fin de semana se llevó a cabo en La Rural, la edición 2023 de la Feria Puro Diseño, la mayor plataforma regional de difusión del diseño en todas sus formas. Allí, Pilar se hizo presente bajo la representación de Amar es Reciclarte.
“Fue una experiencia muy estresante y gratificante a la vez. Es una instancia de crecimiento por la que venimos trabajando hace tiempo con mi familia. Fue muy emocionante poder compartir el espacio con otros diseñadores. Es un evento muy lindo, fueron tres días muy intensos, conocimos gente e hicimos contactos para el porvenir”.
El futuro de la marca
Érica es más que consciente del impacto ambiental que sufre el planeta, y lejos de conformarse con todo lo conseguido sigue investigando. El reciclado se volvió parte de su vida. Por eso, la emprendedora anticipó que pronto le gustaría utilizar tapitas de gaseosa o envases de champú para fabricar otros accesorios.
Por último la emprendedora reflexionó: “Lo que para la gente es basura, para nosotros es una nueva oportunidad. Le damos una vida útil y lo transformamos en un nuevo recurso. Nosotros empezamos investigando cómo construir nuestra casa, y ahí descubrí un mundo que no conocía. Creo que es necesaria la reutilización en alguna medida. Se pueden cambiar ciertos hábitos. Entiendo que no es posible vivir sin plásticos, pero sí podemos reducir el uso. Lo poco que podamos hacer ya es un montón. Uno debe aspirar a ser consciente. Esa es la verdadera meta”.
Búsqueda
“Estoy en busca de financiación para máquinas y de algún taller de marroquinería, en lo posible alguna cooperativa de mujeres”. Los interesados en hacer algún tipo de donación o colaborar con plásticos pueden comunicarse al 011 15-5696-1414 o en redes sociales @amaresreciclarte.