Alerta por altas temperaturas: cómo prevenir un golpe de calor. (Archivo).
El agua es la aliada ante las altas temperaturas. (Archivo).
El 2025 se empieza a despedir en Pilar con un inicio de semana de calor agobiante, que alcanzará su punto culmine el miércoles 31 en plena cena de Año Nuevo. Se encienden las alertas por las altas temperaturas y de acuerdo con los especialistas, la que inicia será la primera ola de calor de un verano que promete comenzar caliente.
Es importante reconocer los signos iniciales de un golpe de calor, que pueden incluir:
Temperatura corporal elevada.
Piel seca y enrojecida.
Pulso rápido y fuerte.
Respiración rápida y superficial.
Dolor de cabeza intenso.
Mareos o desmayos.
Náuseas o vómitos.
Confusión o delirio.
El agua es la aliada ante las altas temperaturas. (Archivo).
El agua es la aliada ante las altas temperaturas. (Archivo).
CÓMO ACTUAR ANTE UN GOLPE DE CALOR
Si una persona presenta síntomas de estar padeciendo un golpe de calor, es fundamental intervenir de inmediato. Los pasos a seguir serían:
Ante cualquiera de estos síntomas es importante consultar al médico
Llevar a la persona a un lugar fresco, ventilado y a la sombra.
Refrescar su cuerpo aplicando paños húmedos o rociando agua sobre la piel.
Si está consciente, y sin náuseas y vómitos, ofrecerle agua para que beba poco a poco.
No administrarle medicamentos para bajar la fiebre, ya que pueden empeorar la situación.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Por ello, y a la hora de prevenir un golpe de calor, aconsejamos las siguientes pautas preventivas:
Hidratarse adecuadamente: beber abundante agua, incluso si no se tiene sed; evitando las bebidas con alcohol y cafeína ya que estas inducen deshidratación.
Evitar la exposición directa al sol: buscar sombra y refrescarse en lugares frescos, especialmente durante las horas más calurosas del día (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
Vestir adecuadamente: usar ropa ligera, de colores claros y de tejidos transpirables; proteger la cabeza con un sombrero de ala ancha y la vista con anteojos.
Limitar la actividad física: si es posible evitar realizar actividades físicas, en particular intensas, durante los días de más calor.
Utilizar ventiladores y aires acondicionados: estos ayudan a mantener el ambiente fresco.
Tener especial cuidado con niños y niñas: ofrecerles agua o jugos naturales a niños en forma frecuente sin esperar a que los soliciten y dar el pecho más seguido a quienes sean lactantes. Nunca dejarlos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
Los niños menores de un año, los adultos mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas se encuentran entre los grupos con mayor riesgo.