“Les pegué un susto bárbaro, pobres”, confesó Mariano Rabazano sobre su familia.
“Estoy muy bien, recuperándome súper rápido. Me sorprende a mí, a los médicos, lo rápido que fue evolucionando todo y lo rápido que me recuperé”, declaró Mariano Rabazano en charla exclusiva con El Diario a apenas a semanas de haber sido víctima de un violento asalto.
El basquetbolista de Sportivo Pilar terminó sufriendo la pérdida de visión de un ojo y a punto estuvo de perder la vida. Milagrosamente, la munición frenó a medio centímetro de la carótida.
El impacto de su nueva situación fue un shock que cuenta en la entrevista concedida este jueves.
“Los primeros días me costó muchísimo afrontarlo, entenderlo. Sentía que me habían arruinado la vida, que no iba a poder hacer nada”, recordó.
“Después me dí cuenta que no era así. No me arruinaron, me cambiaron la vida. Hoy puedo hacer todo. Estoy vivo, estoy con mi familia, puedo hablar, caminar, correr, todo normal”, resalta con el ánimo y la energía con la que juega al básquet, la pasión que lo trajo hasta Pilar para ser una de las figuras de Sportivo en la Liga Metropolitana de básquet 2023.
“Más allá que haya perdido un ojo, la saqué re contra barata. Creo que tuve un Dios o un ángel aparte. Volví a nacer”, expresó.
Con sus 25 años y la fuerza de voluntad como virtud, Mariano ya piensa también en el regreso a las canchas.
“Todavía no toqué una pelota, ni una pesa, nada en estas dos semanas. Pero me siento bien, contento, con ganas de arrancar a entrenar y probarme si puedo volver a estar en el nivel”, describió.
“Obvio que me va a costar y voy a tener que entrenar el doble, pero que voy a intentarlo, lo voy a intentar, eso seguro”, afirmó.
“Ahora no sé cómo seguirá mi vida con el básquet profesional. Si voy a conseguir contratos como los que tenía. Venía de ser el goleador del Federal pasado y ahora no sé si voy a poder hacer 20 puntos por partido. Pero con que haga 10 me conformo”, aclara.
-¿Cómo imaginás la vuelta a las cancha?
- Es una mezcla de emoción y una ambición de querer probarme. Quiero demostrar que puedo salir adelante y puedo volver a estar en este nivel.
El lunes volvió al club de la Avenida de sorpresa, sin avisar a nadie. “Estaban todos en shock que ya estaba ahí”, destacó y confió que este viernes también estará con sus compañeros en el encuentro de la Liga Metropolitana en La Caldera. “Voy a estar en el banco”, asegura.
“Extraño un montón y no veo la hora de volver a entrenar, ponerme a punto y probarme como estoy”, advirtió.
“En Pilar están enloquecidos en darme una mano, para que vuelva, para sumarme a los entrenamientos. Voy a tener que volver a ganarme mi lugar, si puedo estar al nivel. Me gusta el desafío”, completó.
“La semana que viene voy a poner a moverme un poco desde lo físico. El tema es que me tiene que volver a operar y ahí vendrá otro parate. Después de la prótesis sí, será la vuelta. Espero volver antes que termine el torneo”, concluyó Rabazo.
Marcelo Asturiano se comprometió desde el primer minuto en ayudar a Mariano en su retorno a las canchas. “Lo conozco hace poco y ya es uno de los mejores entrenadores que tuve. La pasión que le mete, los detalles, el día a día, lo vive más que nosotros. Es una bestia”, lo describió. “Estuvo averiguando otros casos y me cuenta cómo lo resolvieron”, contó.
“Les pegué un susto bárbaro, pobres”, describe a su familia. Mariano vive con sus padres, una hermana y además está en pareja.
“Estuvieron acompañando siempre y los primeros días, fue un shock, muy difícil. Llorábamos mucho”, confesó. “Ahora intento darles fuerzas yo a ellos también”, advirtió.
“También tuvimos apoyo de mucha gente. El Municipio de San isidro ayudó muchísimo”, destacó.
-¿Tuviste ayuda de especialistas?
- Me ofrecieron todo. Pero creo que no lo necesito. Los primeros días lloré mucho, me pasó un tren por encima y sentía que no iba a poder salir adelante, no iba a poder hacer nada. Después fui entendiéndolo, llegó el apoyo de la gente, prácticamente me hice famoso. No como me hubiera gustado (bromea). La cantidad de mensajes, llamadas, la gente que se acercó al Hospital. No lo podía creer. Todos los clubes que se solidarizaron. Eso me ayudó muchísimo a poder salir adelante.
“Ahora lo veo a distancia y de acá en más es todo un extra. Yo pude haber muerto en ese momento. Y hay cosas que tal vez no disfrutaba o valoraba, como estar con mi familia, con mis amigos, mi novia. Pasar el rato, comer algo rico, lo que sea, disfrutarlo al 100 y vivirlo. Es todo un extra. Volví a nacer. Tengo dos cumpleaños a partir de ahora.
“El otro día pasé por una cancha y me dieron una pelota. Dije ‘bueno, voy a tomar un tiro’ Y pegó en el aro. Me conformo con eso pensé. Me insistió en que tire otro y lo metí. Chau, con 1-2 me voy contento”, contó su regreso a conectarse con la red.