El histórico motorman, cocinero y compañero de aventuras de Roberto Videle falleció el fin de semana. “Era como un hermano”, definió Chiqui.
Un ícono de Pilar. El Negro Ortíz sosteniendo el 100 por las carreras de Roberto Videle en el TC Mouras.
El automovilismo de Pilar sufrió una gran pérdida el último fin de semana con el fallecimiento de Carlos Negro Ortíz, un miembro clave en la trayectoria deportiva de Roberto Videle que también heredó la nueva generación de Ian Videle y Juan Pablo Marchesse.
“Era mi compañero, mi amigo, mi hermano”, definió Chiqui en diálogo con El Diario en medio del dolor que atravesaba por esta pérdida.
“Con él estoy desde que empecé en ALMA hace 38 años, además de otros 15 años que jugamos juntos al fútbol”, comentó Videle.
Pero ese récord que se frenó por un par de intervenciones quirúrgicas de Videle ahora sufrió otro golpe. “Estamos en un momento difícil para poder saber si el año que viene uno va a poder tener la fuerza suficiente para seguir en el automovilismo”, definió.
“Hoy me siento perfecto de salud, pero el automovilismo lo dejamos para otro momento. Fue muy duro para todos, para su familia y para nosotros que también era uno más de nuestra familia”, sentenció Chiqui.
Igualmente, su pasión por los autódromos todavía está vigente. “Nunca se dice adiós en el automovilismo. Nosotros pensaremos después de fin de año que vamos a hacer”, concluyó.