Brinda ayuda a quienes apuestan en forma compulsiva. Funciona en los salones de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar. Preocupación por la ludopatía digital.
La ludopatía se extiende por los juegos online.
La ludopatía es un problema de larga data, aunque en los últimos tiempos encontró una arista hasta el momento inexplorada con los juegos online. Con el objetivo de dar contención y recuperar a quienes caen en ese tipo de adicción, en Pilar se conformó un nuevo grupo de Jugadores Anónimos.
La flamante entidad invita los interesados a asistir a sus reuniones, que se llevan a cabo todos los martes de 19 a 21 en los salones parroquiales de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar (Belgrano 766, Pilar).
Jugadores Anónimos es una entidad que ayuda a recuperarse del problema de jugar en forma compulsiva. "El único requisito para ser miembro de JA es tener el deseo de dejar de jugar", invitan. Como ocurre en otras asociaciones similares, no se requieren cuotas ni honorarios para ser miembro.
A su vez, la organización está compuesta por gente de muchas creencias religiosas, así como agnósticos y ateos. En este sentido, explican que "el programa de JA está basado en ciertos principios espirituales, pero el miembro es libre de interpretar estos principios como elija. Es una hermandad espiritual, no religiosa".
Preocupados
En los últimos días, dos obispos bonaerenses advirtieron por el avance de la ludopatía digital infantil.
El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones, reiteró su preocupación por la ludopatía digital, especialmente en niños y jóvenes, y dijo que "cualquier adicción" hay que enfrentarla "juntos, en comunidad". Junto al obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, el obispo lomense participó de la charla "Apostar no es un juego. Ludopatía digital y salud mental", que se ofreció en la Casa de la Cultura de Almirante Brown.
Lugones agregó que "el Papa Francisco nos habla de 'organizar la esperanza'. Esto no se puede hacer, ni trabajar con cualquier adicción, si no lo trabajamos juntos y en comunidad".
Por su parte, monseñor Ojea expresó: "Nosotros apoyamos de todo corazón esta iniciativa de todos los estamentos de la sociedad, tomar conciencia lo que significa en este momento el flagelo de la ludopatía infantil y adolescente, que está creciendo de una manera espantosa". A su vez, consideró importante "ayudar a los padres a concientizar sobre este enorme problema".
Y advirtió: "En muchos barrios nuestros, el narcotráfico está prestando plata para que nuestros chicos y chicas jueguen, hagan apuestas, y, al perder, tienen que dedicarse al narcomenudeo, porque están agarrados por los acreedores".