Previo a la Pascua

Mensaje de Cuaresma del Párroco Jorge Ritacco

La Palabra de Dios nos enseña tres cosas: la limosna, la oración y el ayuno. La Cuaresma es una invitación a una relación sincera con Dios.

14 de febrero de 2024 - 13:24

En estos días, si nos ponemos a mirar en Internet existen pilas de mensajes, recomendaciones y tips para vivir esta Cuaresma. La Palabra de Dios nos enseña tres cosas: la limosna, la oración y el ayuno. Estas tres cosas se resumen en negarnos a nosotros mismos, nos quieren despojar del alma de cualquier apego para que podamos con toda sinceridad, encontrarnos con Dios Nuestro Señor.

La Cuaresma es eso, vivir estos 40 días en el desierto para encontrarnos en un diálogo amoroso con Dios Nuestro Señor y poder resucitar en la Pascua con una vida nueva.

Yo creo que el mejor de los tips para vivir esta Cuaresma es nuestra sinceridad con Dios. Nuestro ayuno, la limosna y oración debe ser manifestar nuestra sinceridad con Dios, que está enamorado del hombre y quiere rescatarlo y estar cerca para encontrarse con él. Porque lo ama es capaz de salir a su encuentro y todo nuestro ofrecimiento tiene que estar en esa clave; porque si no, nuestro ayuno, limosna y sacrificio del tiempo cuaresmal va a ser aumentar nuestro egoísmo y nuestra autosuficiencia.

Por el contrario, hay que vivirla en el corazón, en la interioridad. Por eso creo que es tiempo de sinceridad. La Cuaresma es una invitación a una relación sincera con Dios Nuestro Señor. Sincera quiere decir “sin cera”, diríamos hoy, sin "tunearnos", sin maquillarnos o disfrazarnos; con toda sinceridad, cara a cara.

Por eso es tiempo de desierto. En el desierto no tengo nada, y en el encuentro con Dios Nuestro Señor, me despojo de todo. De mi egoísmo, mis ambiciones, de mis placeres exteriores. Solo cara a cara con Dios Nuestro Señor. Por eso nos revestimos de cenizas, para decir estoy dispuesto a todo y a entregarme todo.

Cuando lo vivimos así tan intensamente este tiempo, Dios Nuestro Señor nos hace sentir plenamente y vivir la Pascua, es decir, resucitar.

Que el señor te conceda una maravillosa Cuaresma y puedas mirar a Dios de frente, con toda sinceridad y sea la mejor penitencia, el mejor de los ofrecimientos.

Que el señor te conceda su bendición.

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