En épocas de vacas flacas o de papá noeles flacos, los números volvieron a estar por debajo de lo esperado por los comerciantes de Pilar. Si bien las expectativas eran moderadas teniendo en cuenta la caída sostenida del consumo acentuada el último año, los negocios depositaron sus esperanzas en el volumen de ventas que podía movilizar esta Navidad. Sin embargo, la realidad volvió a golpear con dureza.
El presidente de la Cámara de Comercio de Pilar (SCIPA), Alfredo Ventura, afirmó esta mañana en diálogo con Materia Prima (FM Plaza 92.1) que las ventas cayeron hasta un 30% respecto de la Navidad del 2024.
"Lamentablemente las ventas fueron a la baja, han caído bastante", afirmó el comerciante respecto de lo sucedido en Pilar en vísperas de Nochebuena. Las cifras se contraponen con las estadísticas de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) que indicaron que aunque de forma leve las ventas sobrepasaron a las del período anterior. En este sentido, desde el organismo afirmaron que las ventas lograron un leve crecimiento del 1,3%.
En Pilar el panorama fue diferente y aunque Ventura reconoció que "hubo gente en la calle", insistió en que "la venta bajó un 30% en general". "Yo en mi negocio un 30% menos trabajé y eso que tenemos buenos precios y que trabajamos con todas las tarjetas".
Sobre este último punto, el comerciante se refirió a un fenómeno que viene dándose con fuerza durante el último año y se refiere al crecimiento en la morosidad en las tarjetas de crédito, que cada vez son más utilizadas para la compra de alimentos.
De esta manera, muchos de los consumidores llegaron a Navidad "con la tarjeta colapsada", sin posibilidades -o con un margen mínimo- de ser utilizadas para la compra de regalos.
"Antes, una semana antes teníamos 20 o 30 juguetes encargados, señados, esta vez no tuve ni uno", precisó y si bien reconoció que el panorama "se veía venir", "no pensábamos que había caído tanto".
Al desplome del poder adquisitivo como principal factor para explicar la merma en las ventas para los comercios locales, existen otras variables que también influyen en la ecuación. El crecimiento de las ventas online es uno de ellos, motivo por el que el presidente de SCIPA afirmó que "cambió la forma de comprar, hay que buscarle la vuelta y hay que aggiornarse al sistema porque esto no va a cambiar mucho".
También aparece la dificultad para competir con productos provenientes del exterior. "La importación fue abierta muy bruscamente", cuestionó Ventura, al tiempo que sumó otro ingrediente al cóctel explosivo para los comerciantes, que está vinculado con la proliferación de negocios "en la clandestinidad", que representa una competencia desleal para aquellos que cumplen con el pago de impuestos.
"La gente necesita trabajar, tampoco que cierren los negocios, pero invitarlos a que habiliten, a que sean monotributistas, que se pongan en orden como debe ser", opinó el titular de la Cámara de Comercio, que de cara al 2026 señaló que "lo que decimos los comerciantes es que siempre tenemos mucha fe y esperanza", casi como único recurso para encarar un el año que se viene.
Con algo de decepción por los números cosechados, Ventura señaló que "tanto esfuerzo te das cuenta que no sirvió". No obstante, hizo un llamamiento a los comerciantes para hacerle frente a la adversidad con la mayor cantidad de herramientas posible: "hay que ponerse las pilas para no quedarnos".
Los números de CAME
Un escenario distinto, aunque austero, es el que reflejó CAME en relación a los números que dejaron las ventas de Navidad. En este sentido, la entidad habló de un leve crecimiento del 1,3% en volumen respecto al año anterior, en un contexto marcado por la merma del poder adquisitivo.
De acuerdo con los números de la Cámara de la Mediana Empresa, el ticket promedio de compra se ubicó en los $36.266, con una brecha marcada entre los rubros de lujo o necesidad duradera, como calzado ($60.041) y sectores de consumo más masivo, como las librerías ($34.484). Asimismo, indicaron que 9 de cada 10 negocios implementaron acciones especiales, entre ellos descuentos por pago en efectivo de hasta el 50% en algunos casos y las facilidades bancarias.
El comportamiento por sectores mostró realidades muy distintas. Según CAME, el rubro juguetería -el más fuerte en épocas navideñas- registró la mayor caída con un 6,6% abajo, impactada por la competencia de canales de bajo costo, mientras que las librerías retrocedieron un 1,4%. Los rubros vinculados a la tecnología y el esparcimiento también sufrieron retrocesos. Equipos de audio, video y celulares cayeron un 4%, afectados por una demanda muy selectiva y la apertura de importaciones.
En la vereda opuesta, el rubro de perfumería fue el gran protagonista con un salto del 27,8%. Le siguieron calzado y marroquinería (+3,3%) e indumentaria (+1,3%), sectores donde la financiación de hasta 12 cuotas y el impacto de bonos provinciales ayudaron a compensar la pérdida de poder adquisitivo en los ingresos corrientes.