En las últimas horas, una resolución de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) despertó fuertes críticas por la inclusión de expresiones como "idiota", "imbécil" y "débil mental" para establecer categorías en el marco del otorgamiento de las pensiones por invalidez,
En este escenario, desde Familias TEA Pilar se redactó un duro comunicado haciendo hincapié en esta y otras situaciones que deben atravesar a diario desde la llegada de Javier Milei a la presidencia.
La entidad indicó que "Familias TEA Pilar acompaña a muchas familias de personas con autismo desde hace ya varios años en nuestro querido municipio. Con motivo de las últimas decisiones que el Gobierno nacional ha tomado sobre las personas con dicapacidad, emitimos nuestro total y absoluto repudio a estas medidas retrógradas".
Además, aseguran que "desde el 10 de diciembre de 2024, a paso de trote, sistemáticamente el gobierno nacional avanza en contra de los derechos de las personas con discapacidad. Estamos viviendo un momento terrible, un retroceso enorme y cruel", marcando en este sentido "recortes, aumentos increíbles, auditorías y medidas de ajuste".
Con respecto al texto de la ANDIS, expresaron: "Hoy el Gobierno decidió que a mi hijo, que es una persona con discapacidad, las futuras juntas evaluadoras determinen su discapacidad bajo los criterios de imbécil, idiota y débil mental. El nivel de ignorancia y crueldad es de no creer".
Por esto, remarcaron que desde "Familias TEA Pilar repudiamos enérgicamente la Resolución 187/2025 de la Agencia Nacional de Discapacidad".
Por lo pronto, luego del fuerte rechazo registrado, desde la ANDIS su titular, Diego Spagnuolo, aseguró la persona encargada de redactar el texto fue desvinculada, mientras que otra implicada renunció a su puesto.
Bronca
En diálogo con Materia Prima (FM Plaza 921.1), Patricia Vallejos, integrante de Familias TEA Pilar, opinó que “es incomprensible si no se ve el trasfondo, pero es parte de un plan sistemático para bastardear e invisibilizar la discapacidad, porque evidentemente lo ven como un gasto”.
La mujer indicó que en distrito hay unas 360 familias con pacientes TEA, en su gran mayoría niños y adolescentes. Además, entregó un dato revelador: “En Pilar, el 70% son familias monomarentales, es decir que el padre se fue… En nuestro caso particular el papá está muy presente, no estamos dentro de esa media”.
Sobre la resolución, Vallejos explicó que “cambiaron el baremo, que es un listado de ítems a completar cuánto porcentaje de discapacidad tiene la persona para darle la pensión. Es increíble porque estamos hablando de un retroceso de casi 200 años, porque esta terminología es del siglo XIX y se toma a principios del siglo XX”.
Y recordó que “después de la Convención de Derechos Humanos para Personas con Discapacidad, en 2007 y tomada por Argentina en 2008 con rango constitucional, el modelo social indica que la discapacidad no está puesta en las personas sino en las barreras del entorno”. Por ejemplo, “no es lo mismo tener una discapacidad motora en CABA que tenerla en Cuyo: cómo te trasladás, cuántos lugares tenés para atenderte, tiene que ver con el entorno”.
Odisea
Por la tendencia familiar antes señalada, Vallejos explicó que en muchos casos “la mujer estando sola se ve obligada a precarizar su trabajo, termina renunciando o siendo despedida. La solución que encuentran estas mamás es una pensión no contributiva, pero desde diciembre hasta hoy hay un acumulado de alrededor de 30 mil pensiones que no salieron, no emiten nuevas porque se está buscando la quita. Hay otras 70 mil que se dieron de baja”.
Quien no cobra la pensión “lo hace a través del monotributo social, recurso muy importante para que estas mamás solventen a sus hijos mediante el cuentapropismo. Venden ollas, hacen crochet, limpian casas… Pero recién después de un año reciben la obra social. Por ley, la obra social debe cubrir las costas de los hijos con discapacidad al 100%, pero es un ir y venir constante”.
En este marco, recordó que el año pasado el Gobierno “sacó la obligatoriedad de las obras sociales de tomar monotributistas sociales, por lo que pasamos de 350 obras sociales a 35. A eso hay que sumar las negativas en la obra social para cubrir menos terapias. La carga mental es enorme y a eso se le suma que el Estado va a determinar que tu hijo es idiota, imbécil y débil mental”.