Me gustaría calificarlo así. En vez de dar una definición desde la filosofía, teología y otras disciplinas, el Vicario de Cristo puso el amor en acción, como pidió Jesús, vivió el amor cristiano ( Jn 15, 12-13).
El sacerdote indio que durante años estuvo a cargo del Instituto Verbo Divino, comparte una reflexión sobre el Sumo Pontífice fallecido ayer.
Me gustaría calificarlo así. En vez de dar una definición desde la filosofía, teología y otras disciplinas, el Vicario de Cristo puso el amor en acción, como pidió Jesús, vivió el amor cristiano ( Jn 15, 12-13).
En la Audiencia General del miércoles 19 de agosto de 2020 él afirmó que la opción preferencial por los pobres “es un criterio-clave de autenticidad cristiana”, “una exigencia ético-social que proviene del amor de Dios”, que impulsa “a pensar y a diseñar una economía donde las personas, y sobre todo los más pobres, estén en el centro.” Asistió a la cárcel para lavar los pies a los presos. Un pastor con olor a pobres y marginados.
Para amar a la Naturaleza, que es Creación de Dios, él la llamó Casa común de todos los seres vivos. Como guía orientativa para cuidar el medioambiente, escribió la encíclica Laudato Si´ en 2015, la cual trascendió el ámbito eclesial. Es una llamada universal a colaborar entre todos los hombres de buena voluntad más allá del credo, raza y cultura.
Para resaltar “sobre el amor en la familia” escribió la Exhortación apostólica, Amoris Laetitia en 2016. Ahí se manifiesta el deseo de una familia que permanece activa y participativa. El Evangelio de la Familia también es “buena noticia” para el hombre de hoy. Recoge las aportaciones de dos Sínodos, que han conformado un “precioso poliedro”. Reivindicó la misión eclesial indispensable de las mujeres.
Para subrayar el amor al prójimo, que es un gran eje de la práctica cristiana, también escribió en 2020 Fratelli Tutti . En ella llama a la fraternidad y a la amistad social como camino hacia una humanidad más justa y unida. Enfatiza la necesidad de ver al otro como hermano, incluso a aquellos que son diferentes o lejanos. Propone una cultura de paz y diálogo, y cuestiona la violencia, la guerra y la pena de muerte.
El amor a la fe se manifiesta en Lumen Fidei (La Luz de la Fe) [2013]. Explora la relación entre fe, verdad y amor, destacando que la fe debe estar arraigada en la verdad y que el amor es fuente de conocimiento. Un hombre rezaba y encontraba la fuerza en ella. Por eso siempre pedía que rezarán por él.
El Santo Padre ejercitó la escucha empática. Promovía el diálogo interreligioso, luchaba por la inclusión y visitó los países árabes para lograr la armonía. El Papa, conocido como Peregrino de la Esperanza, era valiente, humilde, servidor, un grande, reflejo de Cristo y un Santo en la Tierra.
Vivió una vida muy austera y ejemplar para los consagrados. En esto imitó radicalmente a Jesús al igual que San francisco de Asís. La humildad fue su estilo.
Un Hombre Justo, como San José, pero quizás más severo, menos dulce, Gran Apóstol, arraigado y aferrado a la Palabra de Dios, Uno que caminó por el Camino Angosto.
Como un profeta, tenía una visión y convicción propia. Los dos ejes de su ministerio eran la Iglesia en Salida y la Iglesia sinodal. Llevó adelante una nueva revolución actualizada y muy necesaria.
En pocas palabras, Siervo de los siervos de Dios, nos recuerda a la Madre Teresa de Calcuta en el amor a los más vulnerables. Su vida fue coherente y su pontificado, un libro abierto. Descanse en paz, querido Papa Francisco.