"Basta de bullying en la UBA": el conmovedor pedido de una madre en una escuela de Escobar
Matilda Angeleri (17) se quitó la vida tras sufrir acoso escolar. Cursaba en el colegio preuniversitario Cereijo. Emoción y reclamo al recibir el diploma.
5 de diciembre de 2025 - 10:22
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Rosana Plaza recibió el diploma de su hija Matilda y aprovechó para reclamar y crear conciencia.
Esta semana, los alumnos de la primera promoción del colegio preuniversitario Dr. Ramón A. Cereijo, ubicado en Escobar, recibieron sus diplomas en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Sin embargo, la ceremonia estuvo cargada de emoción al momento de recordar a Matilda Angeleri, estudiante que se quitó la vida luego de haber denunciado bullying.
"Basta de bullying en la UBA": en septiembre, Matilda Angeleri (17) se quitó la vida tras sufrir acoso escolar. Cursaba en el colegio preuniversitario Cereijo, de Escobar. Emoción y reclamo de su mamá al recibir su diploma. pic.twitter.com/tlT1zPxjIs
La adolescente tenía apenas 17 años y se suicidó en septiembre, mientras sus compañeros estaban de viaje de egresados en Bariloche. Ella había decidido no viajar precisamente por las situaciones de acoso escolar de las que era víctima.
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Matilda cursaba en el Colegio Preuniversitario Ramón Cereijo, de Escobar.
En la ceremonia, el primer diploma entregado fue el que le hubiese correspondido a Matilda. En su nombre subió su mamá, Rosana Plaza, acompañada de un largo aplauso por parte de todos los presentes. Luego de tomar el diploma, la mujer desplegó una pancarta que decía "“Matilda presente, Matías presente. ¡Basta de bullying en la UBA!”. El cartel homenajeaba también a Matías Rolfi, estudiante que se suicidó semanas atrás mientras cursaba la carrera de Nutrición, también en la UBA, ya que era objeto de todo tipo de maltrato por parte de compañeros e incluso docentes.
"Matilda merecía estar viva"
“Ella quería que la aceptaran, tenía la esperanza. Me decía: ‘Mami no quiero empezar otra vez, acá ya los conozco. En algún momento me van a aceptar”, relató después Rosana. Y agregó: “No busco sangre, sino concientizar”.
A su vez, la mujer denunció que “la UBA no lo supo manejar. No supo preservar a las personas. No digo que sean los culpables, pero imaginate la cantidad de horas que pasan esos chicos ahí adentro”. En una reunión posterior con los docentes, la madre de Matilda les dijo: “Ustedes contienen a la víctima, pero nunca se dieron vuelta a hablar con los que hacían el bullying”.
Por su parte, en diálogo con el matutino Clarín, las autoridades de la entidad negaron que la joven hubiese sufrido “años de bullying” sin intervención de la escuela. “Desde el comienzo estuvimos junto a Matilda en la búsqueda de su bienestar -indicaron-: generamos un espacio de contención en el Departamento de Orientación Escolar (DOE) cuando ella rehusaba permanecer en clase y desplegamos un diálogo fluido y constante con su familia y sus profesionales médicos tratantes”.
Sin embargo, a través de un texto publicado en redes Rosana reafirmó: "Matilda soportó seis años de bullying en un colegio de la UBA. Seis años en los que lo que se hizo fue poco y claramente no alcanzó. Las intervenciones nunca lograron frenar el daño que la atravesaba día a día".
Por eso, aseguró que "los adultos —la institución, quienes acompañan diariamente, quienes reciben las señales— no pueden permitirse minimizar, retrasar ni mirar hacia otro lado. Cada omisión suma. Cada omisión lastima. Y a veces, como en nuestro caso, esas omisiones forman una cadena que termina en lo irreparable".
Y cerró: "Matilda merecía estar viva.Merecía terminar su último año rodeada de respeto y de cuidado. Ojalá su nombre no quede en el silencio, sino que abra la puerta a transformaciones necesarias y urgentes".