A 40 años de su muerte

Américo Vattuone, el caudillo al que no dejaron ser intendente

Fue uno de los pioneros del peronismo local. En 1950 le dispararon en el HCD. Ganó en 1962 pero fue proscripto. Falleció en la víspera de las elecciones de 1983.

28 de octubre de 2023 - 13:47

Están por cumplirse 40 años de la vuelta de la democracia, conmemorando aquel 30 de octubre de 1983. En Pilar, el triunfo del justicialismo llegó acompañado también de una noticia que sacudió a los vecinos: la noche del 29 de octubre murió Américo Vattuone, uno de los pioneros del peronismo en el distrito.

Sumado a su labor en la política, participó además de numerosas entidades, como los Bomberos Voluntarios y el Club de Leones de Fátima, del que fue presidente. En 1945 abrazó al justicialismo para nunca más dejarlo, ocupando varios cargos en el Ejecutivo local.

En 1950 estuvo al borde de la muerte, cuando fue baleado en el mismísimo Salón de Sesiones del Concejo Deliberante. Años atrás Delma, una de sus hijas, recordó a El Diario que “el disparo lo efectuó un concejal de Escobar –en ese momento parte de Pilar-, el doctor Travi, quien estaba por dispararle por la espalda a Ismael Ferrarotti. Mi padre lo vio y trató de impedirlo, pero Travi le dijo ‘para vos también hay’, le apoyó el revólver en el estómago y tiró”.

Mafalda Alberini y Jorge López le salvaron la vida llevándolo al hospital de Haedo, donde convaleció durante alrededor de un año.

En 1962 se presentó en las elecciones apoyado por todos los gremios de la zona y participó en la lista 17 de la Unión Popular. Algunos de los otros candidatos eran Urbano Arotce (UCR), René Guida (Partido Conservador) y Ariel Pérez (Socialismo).

La lista de UP se impuso con el 51% de los votos, pero Vattuone nunca pudo asumir su mandato. La presión de las Fuerzas Armadas hizo que el presidente Arturo Frondizi anulara los resultados en los municipios en los cuales se habían impuesto candidatos del peronismo.

Su figura fue reivindicada ya entrada la democracia. Una calle del centro de Pilar lleva su nombre, así como el Salón de Sesiones del HCD.

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