"Es una heladería de milanesas", afirma con suspicacia Roque Córdoba, creador de la Milanesería, que a fines de mayo inauguró su sexto local y primero de la Zona Norte, sobre la calle Caamaño.
Se trata de la Milanesería, que ya cuenta con seis locales dedicados a la venta de milanesas listas para cocinar, de cortes poco convencionales y sazones gourmet. A fines de mayo inauguró en Pilar la primera franquicia en Zona Norte.
"Es una heladería de milanesas", afirma con suspicacia Roque Córdoba, creador de la Milanesería, que a fines de mayo inauguró su sexto local y primero de la Zona Norte, sobre la calle Caamaño.
Con 20 años de experiencia en gastronomía, hijo y hermano de chefs, Roque sabe a ciencia cierta de qué hablamos cuando hablamos de una buena milanesa. Es por esto que en 2020 junto a su socio Facundo Santomé decidieron diversificar su actividad, hasta entonces concentrada en una empresa de catering, y probar suerte con un negocio dedicado a la venta de milanesas poco -o nada- convencionales.
"Le dimos una vuelta de rosca a lo que generalmente se hacía con las milanesas", afirmó Roque en diálogo con El Diario, para agregar que "hay distintos sabores y se venden por kilos o por unidad".
Los productos se comercializan listos para cocinar y hay variedades de carne de vaca, cerdo, cordero y pollo. La riqueza radica en la incorporación de cortes no tradicionales para milanesas -como la entraña o la de bife de chorizo, así como las de solomillo o carré de cerdo- y también en los empanados y sus sazones. Desde el clásico ajo y perejil, hasta otros más sofisticados como el mediterráneo, con albahaca y tomate, el de trufas y hongos de pino, el de curry (hindú), limón y jengibre, o el de semillas de sésamo.
"Utilizamos panko y un blend de panes y jugamos con los sabores, colores y texturas a través de los condimentos", agregó el creador. Los precios van desde los 20 a los 38 mil pesos el kilo, dependiendo la variedad. Aunque también hay una línea más económica de supremas y milanesas de cuadrada a 11 mil y 14 mil pesos el kilo respectivamente.
Buscando diferenciarse de una carnicería y una granja tradicional, desde la Milanesería "jugamos con la ambientación y queremos que el cliente viva una experiencia de compra".
En cuanto a la aceptación de las propuestas, si bien reconoció que "al principio cuesta que se animen a las especiales, cuando las prueban enseguida las incorporan". Ejemplo de este fenómeno es la milanesa de entraña, que en poco tiempo se convirtió en uno de los hits de la marca.
Con el acento puesto en la calidad, el local trabaja con carne de exportación envasada al vacío. La preparación de las milanesas se lleva a cabo en el local de Malabia y Corrientes y desde allí se distribuye a las sucursales.
La marca cuenta con cinco puntos de venta en CABA, uno en Pilar y en los próximos meses se sumará uno en San Isidro. "La idea es cerrar el año con 10 locales", anticiparon.