A 46 años de la Masacre de Fátima, la municipalidad organizará este sábado un acto en la Escuela Secundaria Nº 9 en memoria de las víctimas.
A 46 años de la Masacre de Fátima, la municipalidad organizará este sábado un acto en la Escuela Secundaria Nº 9 en memoria de las víctimas.
La cita será a las 14 y los homenajes recordarán del aniversario de uno de los hechos más cruentos de la dictadura, cuando el 20 de agosto de 1976, Grupos de Tareas del Ejército y la Policía Federal dinamitaron los cuerpos de 30 militantes políticos a la vera de un camino rural.
En un radio de unos cien metros se encontraron esparcidos restos humanos dinamitados de veinte hombres y diez mujeres -en su mayoría referentes sindicales de la zona norte de Buenos Aires- que estaban detenidos ilegalmente en la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal, conocida como Coordinación Federal.
Estos detenidos habían sido trasladados desde el centro clandestino que funcionaba en Capital Federal hasta el kilómetro 62 de la ruta 8, en Fátima.
Fueron conducidos unos cientos de metros por un callejón y allí efectivos del Ejército y la Policía Federal les dispararon con armas de fuego y luego se hizo detonar un artefacto explosivo.
Según testimonios ofrecidos a la Conadep a la hora de encontrar los cuerpos, éstos estaban atados y vendados.
Los culpables
Desde 1975, en la sede de Coordinación Federal, ubicada en Moreno 1417 de la Capital Federal, se estableció en el lugar el Grupo de Tareas 2 (GT2).
La Superintendencia fue uno de los once centros clandestinos de detención que funcionaron bajo la órbita directa del Cuerpo I del Ejército a cargo del general Carlos Guillermo Suárez Mason.
Investigaciones posteriores establecieron que la masacre resultó una venganza por el asesinato al general Omar Actis, atribuido días antes a Montoneros. Médicos de la Policía Federal que realizaron las primeras pericias en Fátima encontraron en uno de los bolsillos de las víctimas un papel que decía “30 x 1”.
No obstante, otras líneas de investigación indican que Actis, presidente del ente Autárquico Mundial 78, murió por acción de un grupo de tareas de la ESMA, en medio de una interna entre la Armada, comandada por el almirante Emilio Massera, y el Ejército, al mando de Jorge Rafael Videla.
El exagente de inteligencia Juan Alberto Ambas declaró ante la justicia que las víctimas fueron entregadas a los represores por directivos de las empresas Bendix, Royo, Ford y Astrasa.
En un primer momento, sólo se logró identificar a cinco víctimas, pero en base a los “Juicios de la Verdad” que se llevaron a cabo a fines de los años 90, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) obtuvo información que permitió establecer las identidades de otros asesinados.
Los nombres de las víctimas son: Inés Nocetti, Roberto Héctor Olivestre, Ramón Lorenzo Velez, Enrique Jorge Aggio, Ángel Osvaldo Leiva, María Rosa Lincon, Alberto Evaristo Comas, Oscar Eladio Ledesma Medina, Conrado Alzogaray, Jorge Daniel Argente, Carlos Raúl Pargas, Ricardo José Herrera, José Daniel Bronzel, Cecilia Podolsky de Bronzel, Susana E. Pedrini de Bronzel, Haydée Cirullo de Carnaghi, Carmen María Carnaghi, Juan Carlos Pasquarosa, José Jacinto Pasquarosa, Ernesto María Saravia Acuña, Norma Susana Frontini, Selma Julia Ocampo, Horacio O. García Gastelú y Marta Alicia Spagnoli de Vera.
En 2008, el Tribunal Oral Federal 5 condenó a prisión perpetua a los excomisarios Carlos Enrique Gallone y Juan Carlos Lapuyole por la masacre, y absolvió al comisario Miguel Ángel Trimarchi, y en 2010, la Cámara de Casación ratificó el fallo.