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Las 5 señales de que un alimento enlatado está en mal estado

El hecho de que un alimento o una bebida conservado en latas tienen las condiciones idóneas para mantenerse en buen estado durante más tiempo que un alimento fresco no los hace inmune al desperdicio. ¿Cuáles son algunas de las señales que pueden indicar que están en mal estado?

Por Redacción Pilar a Diario 6 de julio de 2022 - 10:05

Las latas son una excelente elección para almacenar alimentos durante un largo periodo de tiempo en las despensas y, además, sacarnos de un apuro al momento de cocinar. Los alimentos enlatados ya están previamente cocidos o preparados en la gran mayoría de casos. Por eso, aceite, verduras, pescado, carnes o platos preparados pueden encontrarse envasados en latas.

Pero, ¿son las latas invulnerables?

 

Puntos débiles de las latas

Las latas están fabricadas para lograr un correcto conservado durante 5 años máximo y, generalmente, están hechas de dos o tres partes. La de tres partes consta de una base, cuerpo y tapa; en la de dos partes, el cuerpo y la base están hechos de una sola pieza de metal. Una de las razones más comunes por la que los alimentos pueden echarse a perder es que el sello de la tapa no sea hermético.

 

Pero hay más factores que pueden hacer que se eche a perder. ¿Qué puede hacer que los alimentos envasados en latas se deterioren? ¿Cuáles son las señales que pueden indicarnos que el alimento enlatado no está en buenas condiciones?

Una lata con un golpe o abolladura: las abolladuras no son amigas del sello hermético, con el consiguiente riesgo de exponer a los alimentos a bacterias dañinas.

La tapa se mueve hacia arriba y hacia abajo: el clásico “clic-clac” que suena al presionar la tapa no debe suceder a no ser que sea en el preciso momento en que se abre. Esto puede deberse a un almacenamiento y conservación de la lata inadecuados; por ejemplo al dejar la lata a temperaturas excesivamente altas. Las temperaturas superiores a los 37ºC son perjudiciales para los alimentos enlatados. 

Dato extra: A temperaturas de conservación prolongadas superiores a los 24ºC, aumenta también la pérdida de nutrientes en este tipo de productos.

Una lata oxidada: una humedad excesivamente alta puede hacer que la lata se oxide, lo que aumenta el riesgo de que se formen agujeros y, por tanto, entre el aire y bacterias en el interior de la lata. Puede suceder en  todos los alimentos, pero sobre todo en los alimentos con alto contenido de ácido, como los tomates enlatados, los químicos naturales que contienen reaccionan continuamente con el recipiente. Esto puede causar cambios en el sabor y la textura y reducir el valor nutricional del producto.

Una lata hinchada: puede deberse a una congelación accidental pero también pueden hincharse debido a la contaminación con Clostridium botulinum -uno de los diez patógenos más peligrosos de la comida- u otros organismos que causan deterioro. Siempre debemos rechazar una lata hinchada.

 

La famosa sopa Campbell´s lanzó al estrellato a Andy Warhol y se volvió ícono del arte pop, aquel que ponía el foco en los objetos cotidianos de la cultura del consumo, como por ejemplo, las latas de conserva

 

 

Otros signos de que algo no va bien

  • Cuando, al abrir la lata, el alimento sale como una explosión:La acumulación de gas dentro de la lata es una señal de que hay bacterias anaerobias dentro. Esto explicaría también porqué la tapa se abulta.
  • Cuando se produce un silbido fuerte al abrir: es señal de advertencia seria. Un silbido suave cuando se abre y el aire se precipita hacia la lata es normal, pero no uno fuerte.
  • Presencia de burbujas dentro al abrir una lata: se trata de un signo de presencia de bacterias en el interior. Las burbujas generalmente indican algún tipo de fermentación.
  • Presencia de espuma: es un indicador de actividad bacteriana. El botulismo y otras bacterias perjudiciales pueden sobrevivir, incluso propagarse, en ambientes con muy poco oxígeno, como es el caso de los alimentos enlatados. 
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Qué medidas tomar para evitar este tipo de problemas

  • Almacenamiento correcto: las latas deben almacenarse en un lugar fresco y seco, nunca encima o al lado de una estufa, debajo del fregadero, en un garaje o un sótano húmedo o expuesto a temperaturas extremas, tanto altas como bajas.
  • Revisión de la despensa: un repaso de los alimentos que hay en la despensa cada pocas semanas es lo ideal para saber qué tenemos disponible en nuestros hogares y qué debemos consumir antes de que pase más tiempo.
  • Chequear en el punto de compra: no comprar latas abultadas, oxidadas o muy abolladas.
  • Conservación coherente: una vez abierta la lata, es preferible poner la comida que haya quedado en otro recipiente, mejor si es de vidrio.
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