Esta mañana, trabajadores de la línea 60 de colectivos impulsaron una protesta de duración indeterminada sobre la Colectora Este de la Panamericana en el ramal Campana, con la intención de bloquear la circulación hacia los accesos a Capital. Desde un principio, la idea era obstaculizar de forma completa los tres carriles, pero los colectiveros accedieron a liberar uno.
La manifestación fue llevada a cabo como una reacción ante los numerosos despidos que se estaban desplegando dentro del cuerpo de colectiveros: quienes reclaman la injusticia de la situación al denominar como “discriminatorio” el cese del empleo. La protesta es dirigida hacia el Grupo DOTA, operador que provocó el despido de choferes, candidatos y delegados electos.
Dentro de la acción colectiva se situó el desarrollo de un paro con duración indeterminada: a partir de la madrugada, los choferes mantuvieron sus respectivos colectivos fuera de circulación, hecho que irrumpe el desarrollo del servicio.
Carlos Zaragoza, uno de los representantes gremiales, manifestó las medidas que el Grupo DOTA están aplicando en la línea: “La empresa me prohibió la entrada a la misma, a ejercer mis derechos como delegado. La empresa quiere poner sus delegados. Casi 800 compañeros votaron nuestra lista y la empresa no quiere”, con la intención de expresar su situación.
Ante el caos generado en la autopista y la suspensión del servicio, Zaragoza expresó su descontento en TN: “Las denuncias ya las hicimos todas, no queríamos llegar a este final, molestando a otros trabajadores como nosotros que no tienen nada que ver con lo que pasa acá y lo que hace la empresa”.