Fue hace 10 años cuando Catalina Collardin y su marido, el chef Adolfo Escobar, decidieron irrumpir en el mercado de la gastronomía con una propuesta diferencial de pastas. Rellenos poco convencionales, estética diferente y gran diversidad fueron las fortalezas de la marca que hoy tiene locales en seis barrios de la Ciudad de Buenos Aires, en Pacheco, y que el año pasado desembarcó en Pilar con un formato distinto.
La pyme que hasta entonces venía funcionando como fábrica de pastas en Recoleta, Villa Mitre, Núñez, Colegiales, Villa Crespo y Pacheco, llegó a Pueblo Caamaño en forma de bar. Un bar de pastas. Esta semana, la misma iniciativa fue replicada en Caballito.
L’Artisan aterrizó en el complejo comercial del kilómetro 46 con el propósito de brindarle a los clientes no solo la posibilidad de adquirir productos congelados para llevar sino de consumirlos en el local, en un espacio más descontracturado que el que ofrece un restaurante tradicional.
"Decidimos en Pilar unificar dos unidades de negocio, por un lado la venta de pasta congelada y por otro el consumo en el local", explicó Catalina en diálogo con El Diario. La apertura se concretó en junio de 2021, cuando la pandemia aun golpeaba con fuerza. No obstante, la coyuntura traccionó a favor de la empresa. "La gente estaba encerrada comiendo así que en pandemia trabajamos un montón y además mucha gente de Capital se vino a vivir a Zona Norte y nos referenciaba", afirmó la dueña.
El bar cuenta con un amplio menú en el que aparecen todas las variedades de pastas y salsas disponibles de elaboración propia, entre ellas aquellas con rellenos poco convencionales como cordero al malbec, berenjenas ahumadas o jabalí, calabaza y mascarpone, langostinos al ajiloo mero, entre otras. También hay pizzas de masa madre, buñuelos de espinaca, burrata, langostinos, rabas, distintas ensaladas, tartas, truchas, milanesas, risottos y postres, todos ellos de manufactura casera.
Además, L’Artisan bar tiene una vasta propuesta de productos aptos para celíacos de la marca sintaxis. "En Pilar no había muchas opciones de ese tipo y la misma gente nos empezó a pedir, así que los fuimos incorporando", aseguró Catalina.
"La idea es hacer algo descontracturado, familiar, tiene el concepto de bar pero con buena comida a precios accesibles", sintetizó la propietaria del lugar que cuenta con capacidad para 45 personas en el salón más las mesas del sector externo.
L’Artisan bar de pastas está abierto de 9 a 23. Instagram: @lartisanpastabar