En diciembre de 2020, Bom Que Bom, la tradicional heladería del centro de Pilar, cruzó las fronteras de lo conocido para abrir su primera sucursal en una localidad. El lugar elegido fue Manzanares, sumándose a la movida turística y gastronómica de la zona.
Casi dos años después, la firma se mudó a un nuevo y más amplio local desde donde buscan seguir enamorando paladares tal como lo vienen realizando desde 1955. El lugar está ubicado en Teniente 1º Daniel Manzotti 101, en una esquina, al igual que el negocio original que funciona en Tomás Márquez y Camilo Costa. Del mismo modo, las mesas se distribuyen tanto en el interior del salón como en la vereda.
El comercio llegó con su variedad de sabores clásicos y especiales. Y a propósito de su cambio de locación y de las fechas que se avecinan, lanzó una serie de promociones.
Este fin de semana, a modo de celebración del día de la madre, comprando 1 kilo va de regalo 1/4 de cualquier sabor de temporada: secreto de Sócrates, manzana con canela o limón con labahaca. Asimismo, todos los días está vigente la promo de 2 kilos por $3.190 (sólo por mostrador) y los días lunes, comprando 1 kilo el segundo va a mitad de precio.
Sobre gustos
Las décadas transcurridas convierten a los responsables de Bom Que Bom en expertos en el paladar pilarense y también en analistas de los cambios de hábitos de consumo, que siempre fueron acompañados de nuevas propuestas. La más reciente es la incorporación de tabletas, paletas, alfajores y sándwiches helados, atendiendo a la tendencia de un consumo cada vez más individualizado.
“Los jóvenes si se juntan ya no piden 1 kilo de helado, pide cada uno lo que va a consumir”, afirmó Carlos Moreno, propietario de Bom que Bom en una entrevista con El Diario a fines del 2020.
Puesto a hacer el ranking de los gustos más pedidos, el podio se mantiene inmodificable desde hace seis décadas: dulce de leche, chocolate y frutilla. De todas formas, para los más innovadores, Bom Que Bom ofrece gustos especiales: mousse de limón, capuchino, crema de manzana a la canela con crunch de nueces, con el sello característico de la marca.
Emblema en lo que a cremas heladas se refiere, en un Pilar que en los últimos años recibió franquicias de las principales cadenas de heladerías, Moreno celebra la llegada de la competencia: “genera adrenalina y ganas de ser mejor, mayor compromiso con mi trabajo, invita a mejorar”.