El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, y su hijo Agustín fueron elevados a juicio oral en el contexto de la causa iniciada por la presencia del joven de 18 años en la Bombonera durante el superclásico disputado el 14 de marzo, cuando debía mantenerse aislado por haber regresado de su viaje de egresados a Cancún, México. Del contingente, 44 adolescentes regresaron contagiados de coronavirus.
Según fuentes judiciales, la elevación fue firmada en las primeras horas de hoy por la fiscal penal y contravencional Celsa Ramírez, especializada en eventos masivos. A ambos se los imputa por el artículo 205 del Código Penal, que sanciona a quien viola las medias tomadas para controlar una epidemia. La pena, en estos casos, oscila entre los seis meses a dos años de prisión. También por el 202, que sanciona a aquel que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa.
Asimismo, también podría ser sancionado con prohibición de concurrir a estadios de fútbol por un lapso de entre dos a seis meses. Se especula con que los imputados intentarían obtener una probation.
Cabe recordar que el pasado 7 de abril se negaron a declarar cuando fueron llamados a indagatoria, presentando a cambio un escrito.
Agustín Riquelme regresó de su viaje de egresados -del que 44 de sus compañeros volvieron contagiados- 48 horas antes de presentarse en La Bombonera, violando el aislamiento obligatorio que debe guardar toda persona que regrese del exterior por al menos 10 días.
En las imágenes analizadas por la fiscalía, se ve al joven con su padre y otros ex jugadores como Antonio Barijho y Jorge Bermúdez en el palco, todos sin barbijo.