El Senado se prepara para el debate sobre la ley de interrupción involuntaria del embarazo (IVE), que tendrá lugar el 8 de agosto. Mientras tanto, en los últimos días tres médicos pilarenses dieron sus puntos de vista ante los legisladores.
El Senado se prepara para el debate sobre la ley de interrupción involuntaria del embarazo (IVE), que tendrá lugar el 8 de agosto. Mientras tanto, en los últimos días tres médicos pilarenses dieron sus puntos de vista ante los legisladores.
En la tarde del martes, dos médicos del Hospital Universitario Austral compartieron el día con –por ejemplo- Ginés González García y el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein.
Ernesto Beruti, jefe del servicio de obstetricia del nosocomio, fue tajante al indicar que “no puedo ni podría nunca realizar un aborto”, y recordó que en sus 35 años de carrera “cientos de veces he tenido en mis manos embriones de todas las edades, y en cada momento he podido comprobar lo mismo: el desarrollo de un ser humano en etapa de maduración. Si vieran un embrión de 2 meses de embarazo se verían las manos, los cinco dedos, las piernas, la cara... Si esto no es un ser humano, ¿qué es?”.
Asimismo, Beruti criticó la presunta ambigüedad del dictamen, sobre el condicionante que habla del riesgo de salud de la mujer, pudiendo ser psíquica o social, no solo física: “¿Vamos a permitir que por la salud psíquica y social se interrumpan embarazos viables?”.
“Mi convicción no pasa por una creencia –aseguró-, sino por haber comprobado que la vida humana está allí presente desde el inicio”. No obstante, rechazó la penalización: “Una mujer que aborta no es una asesina”.
Polémico
Otro de los disertantes del martes fue Adolfo Etchegaray, jefe de la Unidad de Medicina Fetal del HUA. Allí opinó que “el límite de la semana 14 es absolutamente arbitrario, no se condice con ningún hito biológico”, señalando que el dictamen “no le pone límite al IVE bajo tres supuestos: violación, inviabilidad fetal (nosotros les decimos patologías severas) y el riesgo para la salud psíquica, física o social de la madre”.
Sobre esto, indicó que “cuando una mujer recibe el diagnóstico de que su feto tiene una enfermedad grave, corre riesgo su salud psíquica, porque nadie está preparado para recibir una noticia así”, asegurando que si una mujer “decide no continuar con el embarazo después del límite de la viabilidad, se produce un feticidio”.
El médico fue polémico al afirmar que con la nueva ley una mujer podría pedir el aborto hasta la semana 40 si su hijo tuviera Síndrome de Down, algo que fue retrucado por la senadora chubutense Nancy González, quien le dijo que “está informando mal” ya que el dictamen no contemplaría esa situación.
“El aborto genésico lo único que busca hacer es suprimir al discapacitado, que también tiene derechos”, expresó el doctor.
A favor
La semana pasada, se pronunció a favor Eduardo Valenti, conocido médico de Pilar, presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Buenos Aires (Sogiba) y director de la Maternidad Sardá.
Luego de compartir los resultados de una encuesta anónima realizada en Sogiba (en la cual el 64% estaba de acuerdo con la despenalización), recordó que “desde el Ejecutivo tenemos la directiva de practicar el aborto a toda mujer mayor de 13 años víctima de violación, pero cada provincia tiene que adherir, con lo cual tenemos un problema dentro del país”.
Valenti observó que “el Poder Legislativo todavía no se ha pronunciado al respecto, pero la sociedad sí: la sociedad permite la IVE, en todo pueblo de Argentina se producen abortos clandestinos, sucios o limpios, con los que tenemos que lidiar todos los días de nuestra vida”. Por eso, pidió “una ley para poder trabajar tranquilamente”, y “concurso para profesionales que estén de acuerdo con la IVE”.
Además, expresó: “Los médicos siempre vamos a estar a favor de la vida, pero el debate no es aborto sí o aborto no, el debate es aborto seguro o aborto inseguro. El aborto es de todas las clases sociales, pero la muerte por aborto es de una sola clase social”.
El dato
Quien también habló este martes fue Fernando Toller, director de la carrera de Derecho de la Universidad Austral, manifestándose en contra del proyecto.