En el Jardín de infantes 922 del barrio La Loma, ubicado en Villa Rosa, padres de los alumnos están manifestando su preocupación acerca del mantenimiento de la institución, indicando que la misma sufre en estos momentos un serio peligro de derrumbe.
En el Jardín de infantes 922 del barrio La Loma, ubicado en Villa Rosa, padres de los alumnos están manifestando su preocupación acerca del mantenimiento de la institución, indicando que la misma sufre en estos momentos un serio peligro de derrumbe.
El establecimiento educativo fue construido por los vecinos, hace 13 años, ante la imposibilidad de contar con alguna otra oportunidad de educación similar en la zona (las escuelas más cercanas están a alrededor de entre 5 y 8 kilómetros de distancia). La construcción no estuvo realizada bajo la supervisión de ningún consejo o arquitecto, por lo que las condiciones en las que se desarrolló no fueron las ideales.
Hoy en día, el establecimiento cuenta con alrededor de 120 alumnos divididos en dos turnos, mañana y tarde. Laura, madre de uno de los chicos que asisten día a día al jardín, y también integrante de la cooperadora, expresó sus serias preocupaciones por el estado actual del edificio: "El jardín se está rajando, las paredes se están abriendo y el piso también. Vos entrás y ves que las cerámicas se abren, se rajan, se parten. A simple vista desde afuera, el jardín parece muy lindo, pero entrás y no hay una sola pared que no tenga alguna rajadura, y cada semana aparece una nueva”.
Desde hace siete años los directivos del Jardín presentan ante el Consejo Escolar fotos mostrando las necesidades del mismo. Hay actas de 2009 en las que ya se está pidiendo cambio de edificio, por lo que no puede hablarse de algún tipo de negligencia por parte de los padres. Nunca obtuvieron respuesta, salvo cuando juntaron firmas manifestando que estaban enviando a sus chicos al colegio con el riesgo de que un pedazo de mampostería pudiese caerles en la cabeza. Recién ahí consiguieron que un arquitecto se acerque al establecimiento y tape unos huecos.
Monitoreo
Por su parte, Pablo Donoso, consejero escolar de Pilar, manifestó su versión sobre los hechos: "Nosotros estuvimos la semana pasada en el Jardín, y venimos monitoreando su situación desde el día uno. Al haber sido construido por la comunidad, requiere un cuidado especial. Nos reunimos con la directora hace 15 días para solucionar el tema de un pozo y fue resuelto en menos de 48 horas. Los arquitectos se acercaron al establecimiento y determinaron que no hay ninguna situación de riesgo o de derrumbe, de lo contrario jamás permitiríamos que funcione el servicio con total normalidad como viene ocurriendo y seguirá ocurriendo”.
El funcionario también aprovechó para hablar sobre los planes que tienen para el Jardín de cara al futuro: "Nosotros desde el Consejo Escolar estamos proyectando, en coordinación con el municipio, viendo qué posibilidad de ampliación existe para el Jardín 922 y asegurarnos que los chicos que hoy no pueden cubrir el excedente del mismo puedan ingresar a cubrir esas vacantes”.
También se encargó de manifestarles tranquilidad a los padres preocupados por la condición del edificio: "El Jardín ya hubiese sido suspendido si corriese peligro la seguridad de los chicos. Sin dudas que es necesario trabajar sobre las instalaciones y realizar arreglos, como los hicimos en todos los otros edificios de educación pública de Pilar, pero hoy en día no hay ninguna situación de peligro”.