Ante la falta de un anteproyecto que formalice el pedido de un grupo de pilarenses de prohibir la venta de pirotecnia en Pilar para proteger a las mascotas, el respaldo por parte de vecinos fue notable, lo que da cuenta de un anhelo que puede ser difícil de concretar, pero no imposible, como ocurrió en otras ciudades argentinas.
Este domingo El Diario dio cuenta de la existencia de un grupo de pilarenses que, a través del grupo de Facebook “No a la pirotecnia en Pilar”, alentaba a prohibir su uso durante las fiestas de fin de año, con el principal motivo de proteger a sus mascotas de los fuertes ruidos y las consecuencias negativas en cuanto a su salud.
La publicación logró notoriedad, traducida en el consenso y la aceptación de la sociedad civil de medidas propuestas para cuidar a los animales. Y fue a través de las redes sociales que se lograron conocer algunos indicadores que mostraron que la posible creación de un anteproyecto para tratar el tema y regular la venta y consumo de la pirotecnia tiene bancada.
Respaldo en números
La publicación en el perfil de Facebook de El Diario (El Diario de Pilar) fue respaldada hasta el momento por 318 usuarios que adhirieron con un “me gusta”. Más a fondo en la cuestión, las líneas de la nota del diario en formato digital fueron compartidas unas 109 veces, logrando mayor propagación del mensaje que también incluía consejos y la palabra autorizada del etólogo Rubén Mentzel.
Respecto a la nota del portal de noticias, fue recomendada 800 veces, acción que habla de un gran consenso y que significa un público objetivo con interés de cambiar la situación actual.
Por su parte, el grupo de Facebook “No a la pirotecnia en Pilar”, que fue el actor que puso la voz en alto hace un año, logró transformar a sus 115 miembros en 230, que continuaron compartiendo imágenes de perros, explicando que si no se concientiza sobre la disminución de los estruendos, serán éstos los que peor la pasen, sin calcular los daños que se pueden causar, desde que escapen perros con el riesgo de ser atropellados, hasta transformaciones en su cuerpo producto de la desesperación a la que los lleva las bombas de estruendo.
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Años pasaron desde que se presentó un proyecto de ordenanza para prohibir la venta de pirotecnia en Pilar.
RAÚL VALERO
“Los intereses fueron más fuertes”
Raúl Valero se desempeñó como director de Control No Eutanásico de Fauna Urbana entre los años 2003 y 2005. Antes de eso, en el 2001, presentó un proyecto de ordenanza para prohibir el uso y comercialización de pirotecnia explosiva. Sin embargo, la iniciativa jamás prosperó.
Según los concejales de la comisión de Legislación del HCD de aquel entonces, se debió a que el proyecto iba en contra de ciertos intereses. “Cuando pregunté por qué, me hicieron un gesto como que ‘no le podemos decir’”, explicó a El Diario.
Su reclamo tenía un fuerte argumento. Durante los 25 de diciembre y 1º de enero de aquellos años, Valero levantaba por día de las rutas de Pilar, entre 7 y 8 animales que habían sido atropellados.
“Se notaba que eran perros con dueño, muchos con collar, grandes y chicos. Porque el perro con la explosión sale huyendo y no se fija dónde va”, continuó el hombre que agregó que los estruendos también afectan a los caballos.
Valero también reconoció que los intereses de la comercialización no solo abarcaba a su proyecto, sino que para estas épocas según él, “el buscavida que va y le tira unos mangos no sé a quién, se pone a vender pirotecnia de nada, nada más que con algún guiño y alguna platita debajo de la puerta”.