A casi tres años, crecen las críticas contra el estacionamiento medido

Los mayores problemas son la falta de comercios que adhieren al sistema. Esto hace que se pierda mucho tiempo. También cuestionan la falta de seguridad y hay quejas de los frentistas.

13 de julio de 2013 - 00:00

Dentro de unos meses se cumplirán tres años de la puesta en marcha del sistema de estacionamiento medido en el centro de Pilar. Aunque hay intentos por hacer cada vez más eficiente la circulación de vehículos en el casco histórico de la localidad cabecera, son muchos los pilarenses que sostienen que aún siguen habiendo fallas que ponen en cuestionamiento su autentificación.

Así, son varios los automovilistas que contemplaron como primera dificultad la escasez de comercios donde pagar el sistema, para aquellos que no utilizan el teléfono celular para activar el sistema.

Es el caso de Pablo R. quien sostuvo que “es una complicación encontrar el lugar para pagar. La inseguridad está cada vez peor y el estacionamiento no te garantiza seguridad”. Casi como una copia, Matías G. se sumó al reclamo: “No hay suficientes puntos de venta. Debería venir también acompañado con seguridad ya que si se paga el estacionamiento, debería ser más seguro”.

“Me parece innecesario porque cobran para juntar plata que no usan para nada productivo”, opinó Julieta B., quien sostuvo que “aún así, tampoco puedo encontrar lugar para dejar el auto”.

Entre los encuestados también se encontraban personas que trabajan o viven en la zona, que se ven afectadas debido a la obligatoriedad del pago del estacionamiento. Darío J. es uno de ellos, quien viviendo en pleno centro de Pilar señaló: “No puedo dejar mi auto frente a mi casa. O sea, lo puedo dejar pero tengo que pagar. Los beneficios son para los que tienen entrada de auto”.

En tanto Antonio G. vive a una cuadra del área del estacionamiento y aunque no paga por el servicio, “tengo todo el tiempo la cuadra repleta de autos y tengo que terminar estacionando a un par de cuadras”.

Manuel B. trabaja en un local del centro de Pilar donde hace un tiempo el perímetro no alcanzaba su cuadra. Fue luego de ello que comenzó a ver con otros ojos al sistema:

“Me parece injusto que quien tenga que estacionar para trabajar, tenga que pagar”. El joven también opinó que “a eso lo deberían manejar de otra manera”. Javier A. también se sumó al reclamo: “Laburo 8 horas en el centro, todos los días, por eso decido estacionar lejos, aunque corro el riesgo de que me roben el auto”.

 

“Algunas fallas”

Además de los detractores, hay conductores y comerciantes que sostienen que el sistema ha favorecido a la escenografía de vehículos en la zona de influencia. Como José, quien a pesar de no estar muy familiarizado con el sistema, lo considera óptimo. “No estaciono tanto en el centro de Pilar pero a mí me parece un sistema copado. Tres pesos la hora no me parece una locura. No sé a qué se destina esa plata, pero el sistema en sí, está bueno”.

Por su parte, otro vecino de Pilar también expresó estar a favor del sistema, pero advirtió que hay “fallas”: “Debería ser fraccionado cada 15 minutos, estar marcados los espacios en la calle y sobre todo, aplicar el sentido común”, confesó Enrique C.

En marzo pasado se estableció la última extensión del perímetro de cobertura del sistema de estacionamiento medido, se retrasó debido a que no se cumplía con la cantidad necesaria de comercios para proveer el sistema. Desde otros comercios dieron de baja el servicio dado que no era rentable y generaba más dificultades que beneficios, como el caso de Soledad C., propietaria de un comercio del centro: “Yo lo saqué porque era un problema, la gente se re enoja y casi nunca hay sistema, no tenemos cambio, la comisión es mínima y para colmo cada comercio se tiene que comprar el papel”, confesó la comerciante.            

 

¿Pudo estar mejor? 

En la primavera de 2010 fue inaugurado el sistema de estacionamiento medido. Logró adeptos pero también despertó rechazos. A los pocos meses de su puesta en marcha, el concejal Miguel Saric, impulsor de la medida, había alzado la voz para pedir que el perímetro sea el establecido en el proyecto original.

La medida alcanzaba en un principio a las calles Rivadavia, desde Tucumán hasta Lorenzo López; Lorenzo López desde Ituzaingó hasta 11 de Septiembre; Hipólito Yrigoyen desde 11 de Septiembre hasta Ituzaingó; San Martín, desde Lorenzo López a Yrigoyen. Por su parte, aquel primer perímetro también incluía a Belgrano desde Independencia hasta Lorenzo López y desde Yrigoyen a Tucumán. Algo similar ocurría con Bolívar, entre Ituzaingó y Rivadavia, y el caso de Tucumán, desde Belgrano a Víctor Vergani. Esa área se extendería a mediados de 2012.

Los tiempos cambiaron la modalidad implementando el sistema electrónico a partir de los celulares y pasó de los 2 pesos iniciales a los 3 pesos, en enero de 2013. En marzo de este año, el sistema sufrió el último de los cambios, extendiéndose a uno de los límites que incluía el proyecto original: la calle Chacabuco.

 

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